Recientemente la Comunidad Valencia ha estrenado un nuevo modelo de tarjeta sanitaria interoperable que ofrece mayores garantías de soporte técnico para asegurar la continuidad de la asistencia sanitaria independientemente de la comunidad autónoma en la que se encuentre el paciente o usuario del Sistema Nacional de Salud (SNS). En concreto, fue la propia consejera de Sanidad y Salud Pública, Carmen Montón, la que presentó este modelo de tarjeta sanitaria individual, que incluye por primera vez el Código de Identificación Personal del Sistema Nacional de Salud (CIPSNS).
Gradualmente se irá realizando una implantación del nuevo modelo de tarjeta conforme los centros de salud vayan agotando la reserva de tarjetas viejas y los ciudadanos necesiten renovar las que ya tienen. La operación no supondrá ningún coste adicional ya que el precio de las nuevas tarjetas es el mismo de las tarjetas actuales. El número de ciudadanos con derecho a tarjeta sanitaria en la Comunidad Valenciana es de 4.650.404 y anualmente se imprimen alrededor de un millón de tarjetas al año y se estima que la progresión será la misma durante los próximos 4 años.
La interoperabilidad en la atención sanitaria del sistema español ha llegado para quedarse gracias a todas las posibilidades que aporta la tecnología en la aplicación de este nuevo sistema operativo. “El sistema sanitario se encuentra en un momento crucial y la constante presión asistencial debida a múltiples factores sociales y sanitarios provoca un incremento en la demanda en las necesidades de atención de nuestros pacientes y su entorno. En este sentido, la mejora de la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos ayudará a optimizar la calidad, eficacia y eficiencia de los servicios sanitarios y contribuirá a su sostenibilidad”. Así señaló hace poco más de un año el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Adolfo Fernández-Valmayor, durante la presentación del “Estudio de Interoperabilidad en el sector sanitario. El paciente como actor principal”.
En este sentido, desde IDIS propusieron diversas iniciativas para mejorar la interoperabilidad. Entre ellas, y como señaló su director general, Manuel Vilches, están fomentar “el impulso institucional desde los diferentes niveles del sector sanitario; la creciente sensibilidad en el sector evidenciada en el desarrollo de diferentes proyectos e iniciativas, la transformación del modelo sanitario hacia modelos de continuidad de cuidados (procesos crónicos) y de coordinación entre niveles asistenciales, así como un rol más activo de los pacientes”.
ACCESO A INFORMACIÓN CLÍNICA
En este contexto, como concluye el estudio del IDIS, es importante tener en cuenta que la situación actual de la interoperabilidad en España se considera mala o muy mala por el 69% de los expertos consultados. Asimismo, el 97% de los ciudadanos y el 87% de los profesionales médicos consideran que el paciente debe tener acceso a su historia clínica. IDIS, centrándose en la interoperabilidad organizativa, apuesta por un modelo que en su fase inicial tenga, como principal foco de actuación, favorecer la disponibilidad de la información clínica cuando y donde se necesita; no tanto entre diferentes sistemas de información, sino entre los diferentes actores y organizaciones que componen el sistema sanitario español.
Para la implantación de la tarjeta sanitaria individual cada comunidad autónoma dispone de una Base de Datos de TSI que contiene los registros de los ciudadanos protegidos en su ámbito. Esta constituye un sistema de información altamente estratégico, detallan desde Sanidad, en el aseguramiento, planificación, gestión y evaluación de los servicios sanitarios. Además, el Sistema Nacional de Salud (SNS), a través del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tiene una Base de Datos de TSI común que recoge información procedente de las anteriores a través de un conjunto de datos, básicos pero suficientes, para identificar correctamente a cada ciudadano y mantener actualizada su situación de ubicación y aseguramiento.
Asimismo, el sistema de interoperabilidad se basa en un diseño técnico con diferentes elementos en los que se apoyan los requerimientos formales del mismo. Se trata de una red de comunicaciones propia, la Intranet Sanitaria del SNS; unos requisitos y estándares necesarios sobre los dispositivos que las tarjetas incorporen para almacenar la información básica y las aplicaciones que las traten de modo que se permita la lectura y comprobación de los datos en todo el territorio del Estado; y un sistema de mensajería XML que permite el intercambio de mensajes entre bases de datos.
El nuevo modelo minimiza cualquier posible error a la hora de identificar al paciente, ya que se trata de un código único
El nuevo modelo minimiza cualquier posible error a la hora de identificar al paciente, ya que se trata de un código único y todo el proceso se hace de forma automática evitando tener que introducir los datos a mano y, por tanto, los errores de transcripción. Carmen Montón ha indicado que "con la nueva tarjeta damos un paso más para garantizar a la ciudadanía el derecho a la protección de la salud sin importar dónde se encuentre ni en qué centro sea atendido. Este documento administrativo es interoperable en todo el Sistema Nacional de Salud. Gracias al CIPSNS, los distintos servicios de salud autonómicos podrán realizar un mejor intercambio de información sobre la población protegida".Gradualmente se irá realizando una implantación del nuevo modelo de tarjeta conforme los centros de salud vayan agotando la reserva de tarjetas viejas y los ciudadanos necesiten renovar las que ya tienen. La operación no supondrá ningún coste adicional ya que el precio de las nuevas tarjetas es el mismo de las tarjetas actuales. El número de ciudadanos con derecho a tarjeta sanitaria en la Comunidad Valenciana es de 4.650.404 y anualmente se imprimen alrededor de un millón de tarjetas al año y se estima que la progresión será la misma durante los próximos 4 años.
La interoperabilidad en la atención sanitaria del sistema español ha llegado para quedarse gracias a todas las posibilidades que aporta la tecnología en la aplicación de este nuevo sistema operativo. “El sistema sanitario se encuentra en un momento crucial y la constante presión asistencial debida a múltiples factores sociales y sanitarios provoca un incremento en la demanda en las necesidades de atención de nuestros pacientes y su entorno. En este sentido, la mejora de la interoperabilidad de los sistemas tecnológicos ayudará a optimizar la calidad, eficacia y eficiencia de los servicios sanitarios y contribuirá a su sostenibilidad”. Así señaló hace poco más de un año el presidente del Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (IDIS), Adolfo Fernández-Valmayor, durante la presentación del “Estudio de Interoperabilidad en el sector sanitario. El paciente como actor principal”.
En el marco internacional existe un claro consenso en la necesidad de desarrollar un modelo de interoperabilidad en el ámbito de la salud electrónica
Según este informe, en el marco internacional existe un claro consenso en la necesidad de desarrollar un modelo de interoperabilidad en el ámbito de la salud electrónica que permita el entendimiento de los sistemas de información, para favorecer el acceso de los pacientes y los profesionales a la documentación clínica independientemente del sector asistencial en el que trabajen.En este sentido, desde IDIS propusieron diversas iniciativas para mejorar la interoperabilidad. Entre ellas, y como señaló su director general, Manuel Vilches, están fomentar “el impulso institucional desde los diferentes niveles del sector sanitario; la creciente sensibilidad en el sector evidenciada en el desarrollo de diferentes proyectos e iniciativas, la transformación del modelo sanitario hacia modelos de continuidad de cuidados (procesos crónicos) y de coordinación entre niveles asistenciales, así como un rol más activo de los pacientes”.
ACCESO A INFORMACIÓN CLÍNICA
En este contexto, como concluye el estudio del IDIS, es importante tener en cuenta que la situación actual de la interoperabilidad en España se considera mala o muy mala por el 69% de los expertos consultados. Asimismo, el 97% de los ciudadanos y el 87% de los profesionales médicos consideran que el paciente debe tener acceso a su historia clínica. IDIS, centrándose en la interoperabilidad organizativa, apuesta por un modelo que en su fase inicial tenga, como principal foco de actuación, favorecer la disponibilidad de la información clínica cuando y donde se necesita; no tanto entre diferentes sistemas de información, sino entre los diferentes actores y organizaciones que componen el sistema sanitario español.
Para la implantación de la tarjeta sanitaria individual cada comunidad autónoma dispone de una Base de Datos de TSI que contiene los registros de los ciudadanos protegidos en su ámbito. Esta constituye un sistema de información altamente estratégico, detallan desde Sanidad, en el aseguramiento, planificación, gestión y evaluación de los servicios sanitarios. Además, el Sistema Nacional de Salud (SNS), a través del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, tiene una Base de Datos de TSI común que recoge información procedente de las anteriores a través de un conjunto de datos, básicos pero suficientes, para identificar correctamente a cada ciudadano y mantener actualizada su situación de ubicación y aseguramiento.
Asimismo, el sistema de interoperabilidad se basa en un diseño técnico con diferentes elementos en los que se apoyan los requerimientos formales del mismo. Se trata de una red de comunicaciones propia, la Intranet Sanitaria del SNS; unos requisitos y estándares necesarios sobre los dispositivos que las tarjetas incorporen para almacenar la información básica y las aplicaciones que las traten de modo que se permita la lectura y comprobación de los datos en todo el territorio del Estado; y un sistema de mensajería XML que permite el intercambio de mensajes entre bases de datos.