Las previsiones que manejan las instituciones políticas y los diferentes actores del sector sanitario es que la generación de datos electrónicos sobre salud y un uso apropiado de ellos van a ayudar a abordar la creciente demanda de servicios de salud ya que se espera que mejore tanto la efectividad como la productividad de la prestación de asistencia sanitaria.
En este contexto, una de las máximas preocupaciones que aparecen es la posibilidad de que el sector sea víctima de la automatización y reduzca el ámbito de actuación del ser humano. Sin embargo, cada vez es más frecuente que esta visión quede ampliamente relegada. Incluso, algunos estudios lo ven como una buena oportunidad para aumentar el empleo sanitario.
En comparación con el resto del mercado laboral, "el sector de la salud se encuentran entre los menos propensos a ser automatizados" según las últimas estimaciones de la OCDE
Así lo indica, por ejemplo, el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que tiene como título “La salud en el siglo XXI: poner los datos a trabajar para lograr sistemas de salud más fuertes”, un amplio documento donde se subraya que “en el sector de la salud, el aumento del trabajo humano es más probable que su automatización”.
En comparación con el resto del mercado laboral y según las últimas estimaciones, apuntan desde esta institución, “el sector de la salud se encuentran entre los menos propensos a ser automatizados”. Más probabilidades de caer en una automatización más profunda tienen sectores como la agricultura y la caza, la producción de textil, los servicios postales y de mensajería o los de comidas y bebidas.
MÁS TAREAS Y ROLES LABORALES
A pesar de ello, desde la OCDE sí que aseguran que “muchos trabajadores sanitarios podrían ver un cambio significativo en la forma en que realizan sus trabajos”. Se refieren a que las máquinas podrán complementar a estos profesionales “entareas repetitivas, las que requieren mucho tiempo o que necesitan un profundo procesamiento de datos”. No obstante, advierten, debe acompañarse de las regulaciones correspondientes para “expandir o reasignar estas nuevas tareas y roles”.
Trabajos con más posibilidades de ser automatizados (Gráfico: OCDE)
Mencionan, por ejemplo, actividades como la selección de resultados puntuales sobre grandes volúmenes de pruebas preventivas, la síntesis de información sobre un paciente a partir de numerosas fuentes o el análisis de patrones en base a resultados clínicos de pacientes que sirvan para predecir ciertos comportamientos.
Una mejor productividad posibilitaría una redirección de las prioridades de los profesionales sanitarios hacia tareas asistenciales más urgentes como la saturación de los servicios
De la misma forma, recalcan que los beneficios de esta mejora en la productividad y efectividad pueden encaminarse hacia una redirección de las prioridades de los profesionales sanitarios hacia cuestiones asistenciales más urgentes como la saturación de los servicios, las listas de espera, una mayor interacción con los pacientes, o el análisis sobre cómo mejorar la calidad de la asistencia.
NO SERÁ POSIBLE SIN UNA FORMACIÓN ADECUADA
Estas buenas previsiones, sin embargo, no serán posibles de aplicar sin la formaciónnecesaria para que los trabajadores sanitarios usen las nuevas herramientas digitales “de manera efectiva y segura”. En este punto se paran expresamente en el informe de la OCDE, quienes consideran que se requieren “más científicos de datos sobre salud, más tecnólogos con buena comprensión del sector y más líderes clínicos con una amplia comprensión tecnológica”.
Aunque manifiestan que en algunos países se están haciendo “esfuerzos” en este sentido, subrayan que “queda mucho por hacer”. De hecho, apuntan que en la actualidad “los trabajadores sanitarios que están en primera línea no se sienten lo suficientemente preparados”. También, advierten que se da una “falta de capacidad laboral entre profesionales informáticos”, carencia que plantea “una barrera seria para el progreso”.
Como posible solución, la OCDE propone impulsar programas de desarrollo profesional continuo “para garantizar que las habilidades que los profesionales sanitarios actuales necesitan para un uso efectivo y seguro de las tecnologías digitales emergentes se enseñen de manera rutinaria y que tengan tiempo para adquirirlas”. Y es que, alertan, “sin la disponibilidad de trabajos a tiempo completo, pocos optarán por abandonar la práctica de la medicina clínica, enfermería o farmacia para obtener capacitación y certificación adicional en tecnologías de información de la salud”.