En las últimas décadas, la sociedad y la economía mundial han asistido a una proliferación de la digitalización en la mayoría de los sectores, los cuales han aprovechado esta evolución para aplicarla en sus prácticas habituales. A pesar de estos avances, algunas áreas han avanzado menos que otras, quedando su desarrollo estancado, desperdiciando así una oportunidad para prosperar lo máximo posible.
El sector de la salud es uno de ellos. Así lo advierte la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), institución integrada por más de 30 potencias mundiales, en un informe recientemente publicado sobre los sistemas de salud y la transformación digital de estos países. Como reflexión inicial subrayan: “El sector de la salud sigue siendo rico en datos pero pobre en información”.
"El sector de la salud sigue siendo rico en datos pero pobre en información", advierten desde la OCDE
En el documento ‘La salud en el siglo XXI: poner los datos a trabajar para lograr sistemas de salud más fuertes’, este organismo indica que tras analizar numerosos indicadores se evidencia cómo “a pesar de algunos signos prometedores y éxitos aislados”, de forma general “la salud está muy por detrás de otros sectores”. Más avanzados estarían campos como el transporte aéreo, la banca o el comercio minorista.
¿QUÉ OCURRE CON EL SECTOR SALUD?
La transformación digital, subrayan desde la OCDE, puede convertirse en una excelente oportunidad para construir sistemas de salud eficaces, eficientes, que sean equitativos y que estén centrados en la persona. Sin embargo, lamentan que actualmente “estasoportunidades se están desperdiciando” debido a los contrastes que está generando el ámbito sanitario.
Este organismo indica que "se están desperdiciando" oportunidades y que incluso los avances tecnológicos están dando "mayores costes y gastos" antes que aprovechar su rendimiento
Como ejemplo, en el informe se refieren a que si bien los sistemas de salud “generan montañas de datos”, estos no están siendo aprovechados lo suficiente “para evaluar el rendimiento y el valor de los tratamientos”. Incluso, llegan a señalar que este sector “es uno de los pocos donde los avances tecnológicos dan como resultado mayores costes y gastos”.
LA BARRERA NO ESTÁ EN LA TECNOLOGÍA
Una de los asuntos en los que ahonda el documento de la OCDE es en las razones que llevan a que no se produzca una mayor evolución como en otros sectores. Enfatizan que “una transformación digital no ocurre de forma espontánea” sino que responde más a “una elección política”. Desde este punto de vista, inciden en que “las barreras para ponerse al día no son tecnológicas, sino institucionales y organizacionales”.
Y para que se produzca un verdadero cambio, aseguran que la solución no pasa por digitalizar lo que hacen los sistemas de salud sino que habría que hacer una revisión tanto de las políticas como de las instituciones que las llevan a cabo. De ello, advierten que una profunda transformación en salud “no sucederá sin liderazgo ni acción política”.
Desde la OCDE creen necesario que los países inviertan "en estrategia, gobernanza, capacidad institucional y operativa" a través del correspondiente "liderazgo político"
Desde esta organización reflexionan que debido a que las instituciones sanitarias suelen ser “anteriores a la era digital” estas son “notoriamente resistentes al cambio”. Es por ese motivo por lo que creen necesario que los países inviertan “en estrategia, gobernanza, capacidad institucional y operativa”. Si esto se pone en marcha, y los recursos existentes se reasignan y “se enfocan bien”, esto podría “generar rendimientos considerables y ofrecer un retorno saludable”.
UN EJEMPLO DE ESPAÑA
El documento publicado insiste en todo momento en que el análisis de los datos de salud que existen actualmente puede servir a los gestores de los servicios de salud y a quienes formulen políticas a “identificar y señalar a la población que tiene necesidades complejas de salud”. Aseguran que estos datos se convierten en “un recurso valioso para crear información sobre dónde residen, su nivel de necesidad, el tipo de servicios que requerirán y el nivel de recursos necesarios”.
Desde este punto de visto, han puesto de ejemplo de un caso que se da en España. Se refieren a la historia clínica electrónica y como los datos sobre proveedores de atención primaria y hospitalaria en todas las regiones “están vinculados para crear un conjunto de datos común”.
Así, el modelo identifica pacientes complejos basados en una clasificación que atiende a patrones ajustados por morbilidad. No obstante, pese a que ayuda a asignar recursos de acuerdo a las necesidades en salud, cuenta con la “limitación” de que no captura variables no codificadas en datos clínicos “como las circunstancias sociales y económicas”, que podrían servir como datos adicionales.