El pasado 4 de diciembre Google dio un paso más en su apuesta por conseguir la imagen más precisa del genoma humano. Lanzó DeepVariant. Se trata de una herramienta de inteligencia artificial que permite “dibujar” una imagen completa del genoma de una persona a través de datos de secuenciación. De este modo, es posible identificar pequeños tipos de mutaciones.
La importancia de este proyecto para la contribución en la investigación de patologías como el cáncer o las enfermedades raras ya ha tenido sus primeros reconocimientos. Así, DeepVariant, originalmente desarrollado por Google Brain y Verily Life Sciences, ganó el premio Precision FDA Truth Challenge 2016 por el rendimiento más alto de SNP. Desde entonces, el equipo de Google Brain ha reducido la tasa de error en más del 50%.
DeepVariant, originalmente desarrollado por Google Brain y Verily Life Sciences, ganó el premio Precision FDA Truth Challenge 2016 por el rendimiento más alto de SNP
A través de una colaboración entre los equipos de genómica en Google Cloud y Google Brain, han creado dos versiones altamente escalables de DeepVariant para aquellos que desean ejecutarlo en grandes conjuntos de datos. Según explican desde la compañía, ambas versiones se pueden usar en Google Cloud Platform sin cargo adicional, “aunque pueden incurrir en costes de computación, almacenamiento y otros servicios en la nube en función de su uso”.
LA BIOTECNOLOGÍA, OTRO DE SUS FOCOS
Este gigante tecnológico mundial tiene muy claros sus objetivos en el ámbito de la biomedicina; más allá del genoma, tiene otra gran misión: alargar la vida humana. Para ello, Google cuenta con la StartUp Calico (California Life Company). Esta empresa de origen californiano se encarga de estudiar las causas de este proceso degenerativo y desarrolla herramientas, a partir de la tecnología, que permiten mejorar la esperanza de vida de las personas y contrarrestar las enfermedades relacionadas con la edad. Como ellos explican en su web “Más allá de la genética, nos centramos en las características del envejecimiento, incluyendo la proteostasis, las respuestas al estrés, la energética celular y la senescencia. En cuanto a nuestras áreas terapéuticas clave, éstas incluyen la Oncología, la neurodegeneración, la inflamación crónica y la disfunción metabólica, porque la incidencia de estas afecciones aumenta bruscamente en la edad avanzada y se asocia con una gran morbilidad”.