Un grupo de investigadores del Hospital St. Michael's de Toronto han desarrollado un biosensor que podría ayudar a diagnosticar con una mayor precisión el cáncer cerebral mediante una diminuta muestra de sangre.
A pesar de los importantes avances descubiertos durante estos años, la mortalidad de los tumores cerebrales sigue siendo elevada, con una tasa de supervivencia a cinco años del 36%, según el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos. Las opciones actuales de biopsias de tejido y los métodos basados en la imagen todavía tienen muchas carencias, por ello, cobra una mayor importancia de nuevas técnicas.
Para conseguir tratar eficazmente el cáncer cerebral, los profesionales necesitan confirmar la presencia de un tumor maligno, identificar dónde se originó y si se trasladó desde otros órganos. Ninguna técnica de diagnóstico existente puede lograr saber estos datos sin cirugía o una dolorosa punción lumbar, por esta razón, los investigadores querían desarrollar una prueba no invasiva utilizando una pequeña cantidad de suero.
Los investigadores analizaron estos perfiles con una red neuronal DEEP para encontrar indicios de un tumor cerebral, definir su tipo y predecir su ubicación dentro del cerebro
Para ello, utilizaron rayos láser de alta intensidad para formar nanocapas de níquel-óxido de níquel en 3D sobre un chip de níquel. Esto dio lugar a un biosensor ultrasensible que les permitió detectar cantidades minúsculas de materiales derivados del tumor, como ácidos nucleicos, proteínas y lípidos, que atravesaron la barrera hematoencefálica hasta llegar a la circulación, todo gracias a un método conocido como espectroscopia Ramande superficie.
Tras este descubrimiento, los investigadores analizaron estos perfiles con una red neuronal DEEP para encontrar indicios de un tumor cerebral, definir su tipo y predecir su ubicación dentro del cerebro.
Gracias a la plataforma de biopsia líquida, los investigadores pudieron detectar el cáncer cerebral a partir de únicamente cinco microlitros de suero sanguíneo y pudieron distinguirlo del cáncer de mama, pulmón y colorrectal con una especificidad y sensibilidad del 100%. Además, el análisis del perfil permitió determinar en cuál de los nueve compartimentos cerebrales residía el tumor con una precisión del 96%.