Una nueva tecnología de luz portátil ha revolucionado la limpieza de espacios sanitarios. Una noticia que puede tener mucho impacto en el futuro porque, tal y como se explica desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), los patógenos multirresistentes son responsables de un aumento en la mortalidad de los pacientes ingresados en los hospitales. De hecho, la reducción de las conocidas como IRAS (Infecciones relacionados con la asistencia sanitaria) se ha convertido en un verdadero problema de salud pública.
Estos patógenos conllevan infecciones hospitalarias que afectan a los pacientes más frágiles o que se encuentran en las unidades de cuidados intensivos, de oncologíao de neonatología. Es en estos lugares donde suelen ocasionar una alta mortalidad. Es por ello que la desinfección de estos espacios es crucial para prevenir este tipo de problemas.
En este punto es donde entra juego el nuevo dispositivo BeamClean de Freestyle Partners. Tal y como se explica desde la entidad, es un dispositivo portátil de mano con filtro Far UV-C. Este tipo de filtros lejanos se pueden utilizar para desinfectar los quirófanos de los hospitales.
Es un dispositivo portátil de mano con filtro Far UV-C
Son algo distintos de los filtros convencionales, ya que estos son más seguros y bloquean las ondas que son perjudiciales para las personas. La luz inactivaría patógenos como el coronavirus, la influenza, la E. coli, la Salmonella de una manera segura para la piel y los ojos humanos.
Se trata de un dispositivo pequeño y portátil, y además puede cargarse. Según se especifica, se puede usar en las superficies que se tocan comúnmente como puertas, manijas, mesas, barandillas, productos electrónicos, alimentos, tapizados, telas, ropa de cama... Pero no utiliza productos químicos.
Un estudio publicado en la National Library of Medicine explicaba que esta luz UVC lejana de 222 nm podría utilizarse con éxito como tecnología de desinfección. Esta luz "muestra una reducción significativa en el recuento de colonias de microorganismos".
Esta luz "muestra una reducción significativa de microorganismos"
Por lo tanto, concluye el estudio, este tipo de lámparas "se pueden utilizar como un método adicional para combatir patógenos que normalmente son difíciles de inactivar mediante prácticas de limpieza comunes". Al ser una luz lejana "minimiza los efectos nocivos y al mismo tiempo conserva la capacidad de desinfección de la luz". Así, "es una tecnología de desinfección eficaz, capaz de inactivar una amplia gama de microorganismos, incluidas bacterias y hongos".
Según el estudio, se analizó un panel de bacterias Gram positivas y Gram negativas y levaduras patógenas. "Los microorganismos se depositaron sobre una superficie de plástico, dejándolos secar antes de exponerlos a la luz UVC lejana a una distancia de 50 cm".
Tras realizar este estudio, "los resultados mostraron que la luz UVC lejana inhibe con éxito el crecimiento de los patógenos probados en diferentes tiempos de exposición". Por ello, estas luces tienen "aplicaciones potenciales en instalaciones de atención médica como hospitales y residencias de ancianos".