El servicio de Cirugía Pediátrica de Vall d’Hebron utiliza imanes para realizar intervenciones quirúrgicas a pacientes pediátricos. Se trata de una nueva técnica que permite el movimiento de las vísceras de forma mínimamente invasiva y menos agresiva que las habituales, y que se puede utilizar en un gran número de cirugías sin dejar cicatrices visibles.
Las aplicaciones en el campo de la cirugía pediátrica son múltiples, ya que la tracción de las vísceras es una maniobra habitual en cualquier tipo de cirugía. Hasta ahora se han realizado con esta técnica intervenciones digestivas, torácicas, urológicas y oncológicas, como la colecistectomía o extracción de la vesícula biliar, siempre con éxito y sin complicaciones quirúrgicas.
La introducción del instrumental se hace a través de un puerto quirúrgico de 10 mm o mediante una única incisión de 10 mm a través del ombligo que queda escondida en este
En este sentido, la nueva técnica consiste en la introducción dentro del cuerpo de unos pequeños imanes con pinzas que permiten coger y mover las vísceras con la ayuda de un imán exterior fijado a la mesa de operaciones, que se puede mover en cualquier dirección.
La introducción del instrumental se hace a través de un puerto quirúrgico de 10 mm o mediante una única incisión de 10 mm a través del ombligo que queda escondida en este. Con este método de trabajo se reduce el número de incisiones y de instrumental quirúrgico. De esta forma, los cirujanos consiguen una mejor exposición de los tejidos sobre los que intervienen, por lo que no necesitan introducir más instrumental para manipularlos.
''Cuando expones mejor los tejidos, como permiten hacer los imanes, la ejecución quirúrgica es más precisa y, por lo tanto, más segura para el paciente'', ha explicado el doctor Carles Giné, jefe de sección de Cirugía Digestiva y Torácica Pediátricas de Vall d’Hebron. Por ejemplo, con la cirugía con imanes se puede extraer la vesícula biliar a través del ombligo sin necesidad de más incisiones.
El hecho de que se pueda reducir el número de incisiones e introducir menos instrumentos convencionales reduce el dolor postoperatorio
Por otra parte, la gran ventaja de la cirugía con imanes es que permite mover y separar las vísceras de una forma más sencilla y menos invasiva. En la cirugía tradicional, sin imanes, es necesario introducir más instrumental. El hecho de que se pueda reducir el número de incisiones e introducir menos instrumentos convencionales reduce el dolor postoperatorio. Para el equipo quirúrgico también representa una ayuda, ya que el imán no necesita de una segunda o tercera persona para gobernarlo, se mejora la ergonomía (ya que el imán se puede desplazar en cualquier dirección desde fuera) y el espacio quirúrgico está más libre de instrumentos.
''Las posibilidades que se abren con esta tecnología son inmensas y estoy convencido de que en unos años la introducción de imanes dentro del cuerpo será una práctica quirúrgica habitual en todos los hospitales del Estado'', ha concluido el experto.