El aumento en la ingesta de comidas ricas en grasa y del consumo de bebidas azucaradas ha hecho de la prediabetes una patología bastante común en los tiempos actuales. En Estados Unidos uno de cada tres adultos tienen esta enfermedad, y ocho de cada diez no saben que la tienen. Esto aumenta el riesgo de desarrollar diabetes por las complicaciones que conlleva.
Ante estos preocupantes datos, los investigadores de la Facultad de Informática e Ingeniería Paul G. Allen de la Universidad de Washington y de Medicina de la Universidad de Washington han querido facilitar el acceso y reducir el coste para la detección de la prediabetes.
“Una de las barreras que veo en mi práctica clínica es que muchos pacientes no pueden permitirse el lujo de hacerse la prueba, ya que los glucómetros y sus tiras reactivas son demasiado caros. Y, por lo general, son las personas que más necesitan que se les analice la glucosa las que enfrentan las mayores barreras”, dijo Thompson, médico de familia y profesor en el Departamento de Medicina Familiar y el Departamento de Salud Global de la UW.
“Muchos pacientes no pueden permitirse el lujo de hacerse la prueba, ya que los glucómetros y sus tiras reactivas son demasiado caros”
GlucoScreen es el nuevo sistema desarrollado por los profesionales de Washington. Funciona aprovechando las capacidades de detección táctil de cualquier teléfono inteligente para medir los niveles de glucosa en sangre sin la necesidad de un lector separado.
Si bien los investigadores enfatizan que se necesitan pruebas adicionales, sus primeros resultados sugieren que la precisión de GlucoScreen es comparable a la de las pruebas con glucómetro. Es importante destacar que el sistema demostró ser preciso en el umbral crucial entre un nivel de glucosa en sangre normal de 99 mg/dL o menos y la prediabetes
“En la detección convencional, una persona aplica una gota de sangre a una tira reactiva, donde la sangre reacciona químicamente con las enzimas de la tira. Se usa un glucómetro para analizar esa reacción y entregar una lectura de glucosa en sangre”, explicó el autor principal Anandghan Waghmare , Ph.D. estudiante en el Laboratorio UbiComp de la Escuela Allen . “Dado que muchos de mis pacientes usan teléfonos inteligentes ahora, un sistema como GlucoScreen realmente podría transformar nuestra capacidad para evaluar y monitorizar a las personas con prediabetes e incluso diabetes”.
“Dado que muchos de mis pacientes usan teléfonos inteligentes ahora, un sistema como GlucoScreen realmente podría transformar nuestra capacidad para evaluar y monitorizar a las personas con prediabetes e incluso diabetes”.
La ventaja de esta técnica es que no requiere componentes electrónicos complicados, lo que minimiza el costo de fabricación de la tira y la energía requerida para que funcione en comparación con los métodos de comunicación más convencionales como Bluetooth y WiFi. Todo el procesamiento y cálculo de datos se realiza en el teléfono, lo que simplifica la tira y reduce aún más el coste.“Lo hemos diseñado para que sea 'plug and play'. No necesita rootear (poner el móvil en modo administrador) el teléfono; de hecho, no necesita hacer nada con el teléfono, aparte de instalar la aplicación.” explicó el coautor Jason Hoffman, un Ph.D. estudiante en la Escuela Allen.
¿Cómo funciona?
Primero, el usuario pega cada extremo de la tira reactiva en la parte delantera y trasera del teléfono según las instrucciones. A continuación, se pinchan el dedo con una lanceta y aplican una gota de sangre al biosensor adherido a la tira reactiva. Después de que los datos se transmiten desde la tira al teléfono, la aplicación aplica el aprendizaje automático para analizar los datos. “Te comunicas con tu teléfono tocando la pantalla con el dedo”, dijo Waghmare. “Eso es básicamente lo que está haciendo la tira, solo que en lugar de un solo toque para producir una sola acción, está haciendo múltiples toques a diferentes velocidades. Es comparable a cómo el código Morse transmite información a través de patrones de tapping”.
GlucoScreen es actualmente un prototipo de investigación. Aún se requieren estudios clínicos y centrados en el usuario adicionales, junto con modificaciones en la forma en que se fabrican y envasan las tiras reactivas, antes de que el sistema pueda estar ampliamente disponible.