El tacto es más importante que la audición en los niños con discapacidad visual mientras exploran el mundo que les rodea. Así lo revela un estudio realizado por investigadores del IIT-Instituto Italiano de Tecnología en Génova en colaboración con la Universidad de Birmingham, el Centro de Neurooftalmología Infantil de la Fundación IRCCS Mondino en Pavía y la Escuela Infantil ''Elfi del Boschetto'' en Génova.
Los investigadores estudiaron el comportamiento de niños de 5 a 35 meses, con y sin discapacidad visual, comparando las diferentes respuestas a los estímulos auditivos y táctiles. El descubrimiento permitirá a los investigadores diseñar dispositivos y protocolos de rehabilitación que puedan ayudar a los niños con discapacidad, desde los primeros meses de vida, a percibir su cuerpo en el espacio.
El estudio fue coordinado por Monica Gori, jefa del laboratorio U-VIP (Unit for Visually Impaired People) del IIT de Génova, con la implicación del investigador Claudio Campus, y en colaboración con el profesor Andrew Bremner, de la Universidad de Birmingham.
La investigación surge de los estudios de Monica Gori orientados a comprender la representación espacial en el cerebro desde los primeros meses de vida hasta la adolescencia, vinculándola con el desarrollo infantil, la integración multisensorial y la discapacidad visual, con el objetivo de desarrollar protocolos y herramientas de rehabilitación temprana.
El tacto es más importante que la audición en los niños con discapacidad visual mientras exploran el mundo que les rodea
''Este trabajo nos muestra que los niños con discapacidad visual ya perciben un mundo diferente al nuestro desde pequeños'', explica Monica Gori. ''Por primera vez hemos explorado la integración de los sentidos en bebés ciegos solo mediante el uso de estimulación sensorial. Durante los últimos años hemos estado desarrollando tecnologías para niños ciegos mayores de edad. Este estudio nos permitirá pensar en nuevas herramientas de rehabilitación para intervenir precozmente en un período muy delicado para el desarrollo del niño'', detalla.
Los investigadores pusieron en manos de los niños dispositivos desarrollados en IIT capaces de jugar y vibrar de forma independiente y encontraron que los niños con deficiencias visuales, es decir, ciegos o deficientes visuales, reaccionan más a los estímulos táctiles que a los auditivos; los niños sin discapacidad no presentan esta diferencia. Cuando se ofrecen estímulos sensoriales en la misma mano, los niños videntes pueden responder con mucha más precisión y rapidez; por otro lado, los niños con discapacidad visual no obtienen la misma ventaja.
"Sabemos mucho sobre cómo los adultos y los niños con discapacidad visual perciben el mundo, ya que podemos preguntarles y, al mismo tiempo, tenemos muchos recursos para ayudarlos a comprenderlo mejor'', comenta el profesor Andrew Bremner de la Universidad de Birmingham. ''Es mucho más difícil comprender cómo los bebés con discapacidad visual desarrollan su conciencia y su respuesta al mundo que los rodea, pero es igualmente importante apoyarlos de manera efectiva durante su desarrollo en los primeros años de vida'', detalla.
Los resultados de la investigación muestran que los niños con discapacidad visual son menos capaces de integrar el sentido del tacto con el auditivo y prefieren la estimulación táctil. Sin embargo, la integración no está del todo ausente, lo que representa una posible vía de rehabilitación. Los investigadores, de hecho, podrían desarrollar herramientas que sean capaces de vincular la realidad táctil del cuerpo de los niños con el espacio exterior llenado por el sonido, para promover el conocimiento del mundo circundante y de sí mismos.