Los bebés muy prematuros necesitan oxígeno adicional e intervención mecánica para respirar, pero esto daña sus pulmones causando una enfermedad pulmonar crónica llamada displasia broncopulmonar (DBP).
Estos bebés tienen pulmones más pequeños y más débiles que no pueden enviar tanto oxígeno a sus cerebros y la falta de oxígeno durante el desarrollo del cerebro puede provocar problemas de aprendizaje o problemas para caminar, oír y ver.
No existe una cura para esta enfermedad; sin embargo, el doctor Bernard Thébaud, neonatólogo y científico principal del Hospital de Ottawa y CHEO y profesor de la Universidad de Ottawa, y su equipo han descubierto que las células del cordón umbilical, llamadas células estromales mesenquimales o MSC, podrían prevenir la displasia broncopulmonar en ratas recién nacidas.
Estas partículas de tamaño nanométrico tienen efectos similares a los de las MSC, pero son más fáciles de fabricar, almacenar y dosificar
Ahora, un estudio en ratones dirigido por exmiembros del equipo, los doctores Marissa Lithopoulos y Lannae Strueby y publicado en el American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine muestra que las diminutas partículas liberadas por estas MSC llamadas vesículas extracelulares son igual de eficaces para prevenir la DBP.
Conocidas como MSC-EV o nanoterapias, estas partículas de tamaño nanométrico tienen efectos similares a los de las MSC, pero son más fáciles de fabricar, almacenar y dosificar. A diferencia de las MSC, pueden cruzar la barrera hematoencefálica, lo que significa que pueden viajar al cerebro después de inyectarse en el torrente sanguíneo. Los MSC-EV no solo previnieron la lesión pulmonar en este estudio, sino también la lesión cerebral.
Este fue el primer estudio que demostró que la DBP afecta algunas de las funciones clave de las células madre cerebrales. Las células madre cerebrales pueden convertirse en todas las diferentes células del cerebro y desempeñar un papel importante en el desarrollo del cerebro. “Una terapia que mejore la salud de los pulmones y el cerebro beneficiaría inmensamente a los bebés prematuros con esta enfermedad pulmonar crónica”, ha manifestado el doctor Thébaud.