La tomografía de coherencia óptica (OCT, por sus siglas en inglés optical coherence tomography) es una técnica de imagen que permite a los oftalmólogos observar los vasos sanguíneos que componen el ojo y estudiar, así, la estructura de los tejidos para diversas aplicaciones, ya sean estas de tipo clínico o investigador.
Si bien es cierto que estos profesionales ya usan esta tecnología de manera habitual y extendida, han sido muchas las voces que han demandado una mejora en la resolución de la imagen. Conscientes de esta situación, un equipo de investigadores de la Universidad Stanford en California (Estados Unidos) ha desarrollado un nuevo elemento para agregar una mayor precisión a la herramienta.
"Nuestro objetivo es utilizar la tecnología ya existente, mejorarla y exponerla a todo el mundo de la imagen molecular"
Se trata de unos prismas de oro a escala nanométrica que, inyectados en el torrente sanguíneo del paciente, mejoran significativamente la calidad de la tomografía de coherencia óptica. Según explican los científicos, el efecto es tan relevante que, gracias a estos sistemas, los detalles a nivel molecular se pueden distinguir. De este modo, la combinación de ambas capacidades podría resultar decisiva.
A modo de ejemplo, el grupo de investigación revela que, con estas habilidades, las células de tipo canceroso podrían detectarse, toda vez que sería capaz de analizar sus componentes con facilidad y resoluciones gráficas que resultaban imposibles en la práctica clínica hace un tiempo.
Los nanoprismas de oro, que sirven como agente de contraste de la OCT, ya se han probado en laboratorio para detectar melanoma en los vasos sanguíneos de las orejas de los ratones. De hecho, cuando se utilizó la tomografía de coherencia óptica con nanoprismas y sin ellos, la diferencia en los detalles fue muy relevante.
"Nuestro objetivo es utilizar la tecnología ya existente, mejorarla y exponerla a todo el mundo de la imagen molecular", señala Adam de la Zerda, uno de los autores involucrados en el estudio. "En lugar de simplemente poder ver la anatomía, podremos comenzar a hacer preguntas sobre su estado molecular", ha concluido el científico.