El diagnóstico temprano de la enfermedad de Alzheimer se ha convertido en un objetivo prioritario para los investigadores de este campo. En esta línea de trabajo, científicos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) han desarrollado un nuevo biomarcador que podría ser útil para lograr este tipo de detección, de manera no invasiva.
Según explican desde la UPM, la presencia de depósitos de hierro en el cerebro es una de las características histopatológicas de los pacientes con esta patología. Tomando esto como base, un equipo de investigadores de varias instituciones, liderado por Milagros Ramos, del Centro de Tecnología Biomédica (CTB) de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), ha desarrollado un nuevo agente de contraste para imagen de resonancia magnética, basado en nanopartículas magnéticas funcionalizadas, que podría funcionar como biomarcador para el diagnóstico temprano de la enfermedad.
“En la actualidad, el diagnóstico definitivo del alzhéimer solo es posible tras la muerte del paciente, cuando se puede determinar la presencia de ovillos y placas amiloides en el parénquima cerebral mediante técnicas histológicas”
“El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta aproximadamente a 47 millones de pacientes en todo el mundo. En la actualidad, el diagnóstico definitivo solo es posible tras la muerte del paciente, cuando se puede determinar la presencia de ovillos y placas amiloides en el parénquima cerebral mediante técnicas histológicas. Las prácticas de detección actuales incluyen evaluaciones del historial del paciente para detectar cambios en el comportamiento junto con pruebas neuropsiquiátricas y de neuroimagen que facilitan un diagnóstico probable”, explican desde la universidad madrileña.
A día de hoy, los biomarcadores mejor establecidos para el diagnóstico y la monitorización de la enfermedad de Alzheimer incluyen: las medidas de péptido beta amiloide y tau en líquido cefalorraquídeo, la imagen de resonancia magnética para evaluar la atrofia del hipocampo y la reducción en la tasa del metabolismo de la glucosa y acumulación de péptido beta amiloide en el cerebro, valorados por tomografía por emisión de positrones (PET) con fluorodesoxiglucosa y compuesto Pittsburgh B, respectivamente. Ninguno de estos métodos, solo o en combinación, proporciona con alta precisión el diagnóstico precoz de la patología, o no son muy adecuados para hacer un seguimiento del curso de la enfermedad por la utilización de radioisótopos. Por lo tanto, actualmente se está investigando intensamente en la búsqueda de biomarcadores que indiquen la presencia de la enfermedad de Alzheimer utilizando métodos no invasivos.
En este sentido, desde la UPM destacan que la imagen de resonancia magnética tiene una resolución espacial mayor que el PET y, además, tiene la ventaja de no usar radiotrazadores. “Varios grupos de investigación han sido capaces de visualizar las acumulaciones de placas de péptido beta-amiloide en el cerebro de ratones transgénicos para la enfermedad utilizando el contraste endógeno de las placas atribuido a un alto contenido en el hierro asociado a ellas. La presencia de depósitos de hierro en el cerebro de pacientes con enfermedad de Alzheimer es una de las características histopatológicas asociadas con la enfermedad. Sin embargo, la necesidad de que exista una alta concentración de hierro acumulada y los largos tiempos utilizados para la adquisición de las imágenes, hacen imposible la aplicación de esta técnica en pacientes para la detección temprana de la enfermedad”.
“La acumulación de las nanopartículas funcionalizadas en la zona indicada produce una disminución significativa en ciertos valores obtenidos por resonancia magnética, lo que nos indica que el nuevo agente de contraste desarrollado podría ser de utilidad en un futuro”
Así, es necesario conseguir desarrollar agentes de contraste que permitan mayor sensibilidad en la resonancia magnética para la detección de incipientes acumulaciones de hierro asociado a placas amiloides en el cerebro de pacientes con esta patología.
Con el objetivo de avanzar en esta búsqueda de biomarcadores no invasivos para la detección temprana de la enfermedad de Alzheimer, la doctora Ramos ha liderado un equipo en el que también han participado investigadores del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (UAM-CSIC), de la Universidad Carlos III, del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón así como de los Centros de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM) y de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN).
En su estudio, han descrito la presencia incrementada de hierro y de la proteína que almacena el hierro -la ferritina- en un área del hipocampo de ratones transgénicos para la enfermedad de Alzheimer. Estas acumulaciones de hierro y ferritina las observan rodeando las placas amiloides características de la enfermedad.
Este hallazgo ha servido para desarrollar un agente de contraste para imagen de resonancia magnética basado en la funcionalización de nanopartículas magnéticas con un anticuerpo que reconoce a la ferritina. De esta forma han demostrado mediante análisis histológicos que el nuevo nanoconjugado se une de forma específica a las acumulaciones de ferritina que se producen en ratones transgénicos para enfermedad de Alzheimer.
Según explica la doctora Ramos, “la acumulación de las nanopartículas funcionalizadas en la zona indicada produce una disminución significativa en ciertos valores obtenidos por resonancia magnética, lo que nos indica que el nuevo agente de contraste desarrollado podría ser de utilidad en un futuro para el diagnóstico temprano no invasivo de la patología mediante resonancia magnética.”