Un metal antiguo utilizado por sus propiedades microbianas es la base de una solución basada en materiales para la desinfección. Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional Ames, la Universidad Estatal de Iowa y la Universidad de Buffalo ha desarrollado un aerosol antimicrobiano que deposita una capa de nanocables de cobre en superficies de alto contacto en espacios públicos. El aerosol contiene nanocables de cobre (CuNW) o nanocables de cobre y zinc (CuZnNW) y puede formar una capa antimicrobiana en una variedad de superficies. Esta investigación fue iniciada por la pandemia de COVID-19, pero los hallazgos tienen aplicaciones de mayor alcance.
Las personas han aprovechado las propiedades antimicrobianas del cobre desde el año 2400 a. C. para tratar y prevenir infecciones y enfermedades. Ha demostrado su eficacia para inactivar virus, bacterias, hongos y levaduras cuando están en contacto directo con el metal. Según Jun Cui, científico de Ames Lab y uno de los investigadores principales del proyecto, "el ion de cobre puede penetrar la membrana de un virus y luego insertarse en la cadena de ARN, e impedir por completo que el virus se duplique".
"El ion de cobre puede penetrar la membrana de un virus y luego insertarse en la cadena de ARN, e impedir por completo que el virus se duplique"
En medio de la pandemia, "el DOE preguntó a los investigadores, ¿qué pueden hacer para ayudar a mitigar la situación de la COVID-19?", apunta Cui. Ames Lab es conocido por su trabajo en la ciencia de los materiales, un campo que no suele cruzarse con la investigación de enfermedades. Sin embargo, al equipo de Cui se le ocurrió la idea de aplicar las propiedades antimicrobianas del cobre para ayudar a reducir la propagación de la COVID-19.
Cui ha explicado que su idea surgió de un proyecto independiente en el que estaban trabajando, que es una tinta de cobre diseñada para imprimir nanocables de cobre utilizados en dispositivos electrónicos flexibles. "Así que la idea es, esto es tinta, y puedo diluirla con agua o incluso con etanol, y luego simplemente rociarla. Sea cual sea la superficie, la rocío una vez y la cubro con una capa muy ligera de nanocable de cobre", ha expresado.
Primero se debe limpiar y desinfectar la superficie, luego se puede aplicar la solución de tinta de cobre reformulada. El recubrimiento ideal debe ser lo suficientemente delgado para ser transparente. La tinta se puede diluir con agua o alcohol para que se pueda rociar y funciona en superficies de plástico, vidrio y acero inoxidable.
El equipo probó dos tipos de tinta de cobre, CuNW y CuZnNW. En comparación con un disco de cobre simple, ambas tintas fueron igual de efectivas para desactivar el virus. Sin embargo, el disco de cobre tardó 40 minutos en desactivar el virus, mientras que las tintas de cobre tardaron solo 20 minutos. Los nanocables trabajaron más rápido debido a su mayor área de superficie.
En una comparación entre los dos recubrimientos de tinta, CuNW inactivó el virus más rápidamente que CuZnNW durante los primeros 10 minutos. Sin embargo, CuZnNW tuvo una liberación más constante y sostenible de iones de cobre, en comparación con CuNW, lo que hace que el recubrimiento sea efectivo durante más tiempo. Finalmente, el equipo concluyó que el CuZnNW era la mejor opción para un recubrimiento de nanocables de cobre pulverizable con fines antimicrobianos.
Cui dijo que este trabajo era importante, no solo por la pandemia, sino porque estos nanocables pueden proteger contra muchos microbios diferentes, "existe la posibilidad de que podamos tener un impacto duradero en la sociedad humana".