Si bien es posible que un latido cardíaco irregular, potencialmente peligroso, no se detecte inmediatamente después de la cirugía cardíaca, este sí que puede desarrollarse en el siguiente mes, algo que aumenta las posibilidades de que una persona sufra un derrame cerebral. Por todo ello, se justifica un uso más amplio de la monitorización digital remota.
En este contexto un grupo de investigadores de Canadá ha encontrado que, cuando los pacientes de alto riesgo usaban un parche de monitor cardíaco las 24 horas del día durante los 30 días posteriores a un procedimiento, los casos de fibrilación auricular se detectaban 10 veces más en comparación con los pacientes no monitorizados que solo asistían a su seguimiento habitual.
"La incidencia de fibrilación auricular postoperatoria después del alta de una cirugía cardíaca no está bien definida"
Esto sugiere que una alta tasa de casos puede pasar desapercibida y no tratada, especialmente en pacientes enviados a casa sin antecedentes de fibrilación auricular, ha explicado Subodh Verma, cirujano cardíaco del Hospital St. Michael's de la Universidad de Toronto y coautor principal del estudio presentado virtualmente en las sesiones científicas anuales de la American Heart Association.
"La incidencia de fibrilación auricular postoperatoria después del alta de una cirugía cardíaca no está bien definida", ha precisado Verma, quien añade que "la mayoría de los estudios se limitan únicamente a la fase de hospitalización; los estudios más allá de la hospitalización son pocos".
El estudio, financiado por la Heart and Stroke Foundation de Canadá junto con subvenciones de Bristol Myers Squibb, Pfizer y Boehringer Ingelheim, siguió a 336 pacientes con mayor riesgo de accidente cerebrovascular mientras se recuperaban de una cirugía cardíaca.
Los parches detectaron casos de fibrilación auricular o aleteo auricular que duraron, al menos, seis minutos en casi el 20% de los pacientes del grupo de monitorización, y casos que duraron más de seis horas en casi el 9%, en comparación con aproximadamente el 2% de los casos detectados con la atención estándar.
“Un riesgo significativo persiste incluso en aquellos pacientes sin FA preoperatoria o previa al alta”, ha aclarado Verma. "Estos datos pueden ayudar a informar a los médicos sobre la importancia de la vigilancia y la vigilancia en los pacientes con alto riesgo de accidente cerebrovascular con respecto al seguimiento y el tratamiento oportuno de la FA", ha concluido.