Los grupos de investigación NEUROFAN, dedicado a neurofarmacología de las adicciones y trastornos degenerativos, liderado por el profesor Gonzalo Herradón; PROLIGAR, enfocado en el diseño y la síntesis de fármacos, dirigido por la profesora Beatriz de Pascual-Teresa; y GESTOBES, dedicado a regulación del metabolismo, dirigido por la investigadora y docente Pilar Ramos, han llevado a cabo con éxito la identificación de un nuevo factor regulador de la neuroinflamación, característica de patologías tan diversas como las adicciones, los trastornos neurodegenerativos y las enfermedades infecciosas.
El trabajo, publicado en la prestigiosa revista Scientific Reports, reúne las evidencias que llevaron a los investigadores a descubrir un nuevo modulador de la neuroinflamación, la proteína PTPRZ, y su posible papel en la comunicación entre microglía y neuronas, que es clave en la supervivencia neuronal.
"Este descubrimiento podría abrir la puerta a nuevos tratamientos, porque hemos diseñado y sintetizado compuestos químicos capaces de modular la actividad de la proteína PTPRZ y así regular el proceso neuroinflamatorio in vivo"
Este hallazgo ha sido fruto de varios proyectos de investigación financiados por el Programa Estatal de I+D+i, el Plan Nacional Sobre Drogas, la Comunidad de Madrid y la Fundación Universitaria San Pablo CEU-Banco Santander, que han conducido a los resultados que demuestran que la proteína PTPRZ regula la neuroinflamación en un modelo de endotoxemia o presencia de endotoxinas en el torrente sanguíneo.
“Este descubrimiento podría abrir la puerta a nuevos tratamientos, porque hemos diseñado y sintetizado compuestos químicos capaces de modular la actividad de la proteína PTPRZ y así regular el proceso neuroinflamatorio in vivo, lo cual sugiere que podría tratarse de una nueva estrategia terapéutica en enfermedades que cursan con neuroinflamación como el Parkinson o el alcoholismo”, explican los investigadores.
Además, en estudios llevados a cabo in vitro, en células microgliales y en cultivos de neuronas, los resultados sugieren que “la función de PTPRZ es importante para aumentar la supervivencia neuronal y para que las células nerviosas de microglía presenten un fenotipo neurotrófico.
Estas propiedades neurotróficas son deseables frente a otros fenotipos de la microglía que se caracterizan por su activación excesiva y descontrolada, lo que lleva a procesos neuroinflamatorios que pueden conllevar neurodegeneración y muerte neuronal”, tal y como explican los autores. En el caso de enfermedades infecciosas, se ha observado cómo, en ocasiones, la neuroinflamación se vuelve crónica y puede causar secuelas neurológicas mucho tiempo después de haberse superado la infección.
En este sentido, los autores destacan la posibilidad de “proponer PTPRZ y otros mediadores implicados en la regulación de su actividad, como posibles dianas terapéuticas que contribuyan al desarrollo de nuevos fármacos destinados al tratamiento enfermedades con componente neuroinflamatorio como las enfermedades neurodegenerativas”. Sobre esa base, los grupos de investigación de la Universidad: NEUROFAN, PROLIGAR Y GESTOBES han colaborado para desarrollar nuevos compuestos reguladores de la actividad de PTPRZ, que podrían ser el origen del descubrimiento de fármacos activos en dichas enfermedades.