Un aneurisma es una protuberancia, abombamiento o bulto anormal en las paredes de un vaso sanguíneo. La mayoría de veces, el aneurisma no causa síntomas, si bien el riesgo reside en que esta suerte de globo puede romperse o explotar. En estos casos, se produce una hemorragia que puede llevar a complicaciones graves o incluso la muerte.
Por ello, la detección y evaluación del riesgo de rotura de estas deformaciones, con el objetivo de tratarlas antes de que se rompan, son clave para el pronóstico del paciente. En este contexto, investigadores del Instituto Sree Chitra Tirunal de Ciencias Médicas y Tecnología de Trivandrum y del Instituto Indio de Tecnología de Madrás, han desarrollado unmodelo matemáticopersonalizado para cada paciente capaz de determinar qué parámetros del aneurisma influyen en el riesgo de rotura antes de la cirugía. La investigación se ha publicado en la revista Physics of Fluids.
Uno de los investigadores, B. Jayanad Sudhir, explica que ya que los médicos detectan estos aneurismas en distintas fases del crecimiento, el equipo científico se propuso analizar un tipo concreto de aneurisma, el de la arteria carótida interna, con el objetivo de arrojar luz sobre las causas o encontrar patrones. “El estudio es un intento sincero y sistemático de abordar la dinámica del flujo sanguíneo en varias etapas para comprender el inicio, la progresión y el riesgo de rotura del aneurisma”, apunta el experto.
Los investigadores analizaron la relación entre el aspecto y tamaño de los aneurismas, descubriendo que conforme estos parámetros aumentaban y el aneurisma crecía, la tensión aplicada contra las paredes del mismo y el tiempo que la sangre pasaba dentro de la protuberancia, aumentaban. Esto incrementa el riesgo de rotura y con él, las consecuencias críticas para el paciente.
"La novedad de este trabajo radica en la estrecha colaboración y la combinación de conocimientos clínicos y de ingeniería"
El modelo matemático creado por los investigadores analiza las tomografías computarizadas de cada paciente, reconstruyendo la geometría y flujo sanguíneo del aneurisma. A continuación, utiliza ecuaciones matemáticas para describir el flujo de fluidos, generando información sobre las paredes de los vasos sanguíneos y los patrones del flujo de sangre.
“Esto ha sido posible gracias al acceso que tuvimos al clúster nacional de supercomputación para realizar las simulaciones basadas en la dinámica de fluidos computacional”, informa S.V. Patnaik, otro de los investigadores.
“La novedad de este trabajo radica en la estrecha colaboración y la combinación de conocimientos clínicos y de ingeniería. Los modelos de aneurisma tenían formas diferentes, lo que nos ayudó a construir y comprender la complejidad de las estructuras de flujo de los aneurismas cerebrales multilobulados”, expresa Sudhir. Este tipo de aneurisma son los que incluyen más de uno de estos “globos” de sangre.
Ahora, los investigadores esperan transformar las predicciones de riesgo de rotura en un programa informático sencillo que ayude a médicos y neurocirujanos a priorizar y gestionar a los pacientes con alto riesgo.