Microsoft sitúa la inteligencia artificial en el centro de la digitalización sanitaria

Por su cualidades extraordinarias, inherentes a las personas, parece evidente que la tecnología es incapaz de suplir en todas sus funciones a un cerebro humano. No obstante, también parece claro que las funcionalidades de este órgano están limitadas y, por lo tanto, se antoja necesaria una estrecha colaboración entre la tecnología y los seres humanos. Conscientes de este hecho, la compañía tecnológica Microsoft sigue comprometida en el desarrollo de tecnología inteligente y en la democratización del acceso a la inteligencia artificial (IA) con el fin de impactar positivamente en la vida de las personas. Así, recientemente ha organizado el I Health Advisory Council, en el que ha contado con la participación de destacados representantes del sector sanitario junto con los expertos tecnológicos de la compañía.

En concreto, el comité de carácter multidisciplinar está compuesto por Ana Ripoll, presidenta de la Asociación Bioinformàtics de Barcelona; Bernat Soria, investigador del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) y exministro de Sanidad; Emilio Herrera, presidente de New Health Foundation; Francesc García-Cuyás, director de la Fundación TIC Salut; Iñaki Pariente, miembro de Dayntic Legal; Jorge González, director de TICBioMed, y Ricard Martínez, Director de la Cátedra de Privacidad y Transformación Digital Microsoft-Universitat de Valencia. Además, por parte de la empresa tecnológica ha participado Elena Casas, directora de desarrollo del mercado de Gobierno y Sanidad en España; Asier Crespo, director legal de Microsoft Ibérica, y Daniel Ortega, director comercial de Sector Público en Microsoft Ibérica.


INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y SU PAPEL EN EL ENTORNO SANITARIO

Dada su relevancia y actualidad, en la primera sesión el tema de debate escogido ha sido la inteligencia artificial. De este modo, el comité tuvo como punto de partida los retos a los que se enfrenta el sector sanitario, como son el aumento de la población y de la esperanza de vida, el incremento de las enfermedades crónicas, los límites en los presupuestos, la necesidad de cumplir los reglamentos o las amenazas a la seguridad, entre otros. Ante este escenario, la transformación digital en el entorno sanitario irrumpe como el proceso que permite capacitar a los profesionales clínicos, implicar a los pacientes, transformar el tratamiento de la información y optimizar la eficiencia clínica y operativa, mejorando así la atención sanitaria y la vida de los pacientes.

Tal y como se explicó a lo largo del debate generado, ahí es donde la inteligencia artificial juega un papel fundamental, ya que cuenta con un enorme potencial de crecimiento debido a sus posibilidades de integración dentro del espacio de atención médica. De hecho, se espera que la inteligencia artificial experimente una tasa de crecimiento anual del 42% de 2015 a 2021. Además, para 2020, los sistemas de inteligencia artificial estarán implementados en el 90% de los centros de Estados Unidos y en el 60% de los hospitales y compañías de seguros a nivel global. Estos sistemas ofrecerán una atención más económica, de fácil acceso y permitirán mejorar la asistencia en un 70% de los pacientes.

Así, la mejora de los resultados para los pacientes, la reducción del coste de los tratamientos y la eliminación de procesos hospitalarios innecesarios son las principales ventajas de la aplicación de la inteligencia artificial en el sector. Y es que la IA incluye sistemas de información que comprenden, actúan y aprenden, al imitar funciones del propio cerebro humano. A través de ella es posible, mediante la computación, percibir el mundo a través de la visión de cámaras, procesamiento de audio y sensores, analizar y entender la información recogida, tomar decisiones basadas en datos, recomendar acciones y aprender de la experiencia.


De este modo, la inteligencia artificial repercutiría en el aumento de la calidad y la eficiencia de los sistemas que cuidan a las personas enfermas y, por otro lado, podría permitir generar un nuevo sistema de salud que capacite a los consumidores para que puedan gestionar su propia salud.

Con todo ello, el I Health Advisory Council se compromete a trabajar en favor de la incorporación de la tecnología y de la inteligencia artificial, actuando como altavoz de iniciativas y casos concretos que ilustren sus beneficios en la salud de las personas, así como en impulsar acciones concretas para la actualización del actual marco regulatorio con el fin de adaptarlo a las necesidades actuales en los entornos de investigación y asistencial.

Los avances realizados durante el I Health Advisory Council no quedan aquí, ya que se ha manifestado la voluntad de seguir celebrando reuniones de este tipo en los próximos meses con el fin de avanzar en el desarrollo de la digitalización del sector sanitario.