Microondas y simpatectomía láser, últimos avances tecnológicos para la hiperhidrosis

El exceso de sudoración espontánea afecta a la calidad de vida de más de un millón de personas en España. Actualmente, más allá de las soluciones tópicas y el botox, encontramos nuevos hitos innovadores que pasan por la destrucción térmica de las glándulas sudoríparas o incluso, la interrupción definitiva de este estímulo nervioso mediante cirugía.

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12 noviembre 2016 | 00:04 h
Microondas y simpatectomía láser, últimos avances tecnológicos para la hiperhidrosis
Microondas y simpatectomía láser, últimos avances tecnológicos para la hiperhidrosis
A la mayoría de las personas nos aterra sudar cuando hace calor y nos preocupamos por evitar que las manchas lleguen a nuestra ropa dejándonos en evidencia. Sin embargo, más allá de esta pequeña obsesión, el exceso de sudoración puede llegar a convertirse en un problema serio cuando su regulación no solo responde a las altas temperaturas o esfuerzos físicos, sino también a situaciones de estrés y ansiedad que acaban derivando en un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen, ya que pueden ver alterada tanto su autoestima como su vida social.

En España son más de 1.200.000 los pacientes que sufren esta patología de causa desconocida denominada hiperhidrosis. Se trata de la producción excesiva y espontánea de sudor, superior a la necesaria para la regulación de la temperatura, y que afecta, indistintamente, a hombres y a mujeres en zonascomo las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas yla cara.

Y es que, las glándulas sudoríparas predominantes están controladas por una parte del sistema nervioso denominada “sistema simpático”, cuyas fibras proceden de la médula espinal, a nivel torácico. Así lo explica a SaluDigital.es el doctor Javier Moradiellos, jefe asociado del Servicio de Cirugía Torácica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid y especialista en cirugía mínimamente invasiva de la hiperhidrosis.“Esta regulación del sudor responde a situaciones de estrés o ansiedad que nada tienen que ver con el calor. Una regulación anormal de este sistema es la causante de la hiperhidrosis”, añade.
"Las situaciones estresantes exacerban la sudoración, lo que genera una mayor ansiedad en el paciente estableciéndose un círculo vicioso"

Esta patología puede deberse a factores endocrinos, infecciosos, farmacológicos o neurológicos. Sin embargo, según este especialista, en la mayoría de los casos el origen es desconocido y se denomina hiperhidrosis primaria. Afecta a su vez al 3% de la población general y existe una cierta predisposición familiar.

Como explica el doctor Moradiellos, la mayoría de los pacientes tienen una afectación predominante en alguna zona, por ejemplo un exceso de sudoración palmar. “En estos casos se limita el contacto con otras personas al estrechar las manos y dificulta la actividad laboral con papeles como y teclados. Las situaciones estresantes exacerban la sudoración, lo que genera una mayor ansiedad en el paciente estableciéndose, por tanto, un círculo vicioso”.


DE LOS ANTITRANSPIRANTES A LAS SOLUCIONES TÓPICAS Y AL BOTOX

“El primer paso es descartar causas orgánicas de la hiperhidrosis, mediante una consulta especializada”, concreta Moradiellos “También es importante evaluar tanto su severidad como las consecuencias y relevancia para el bienestar del paciente. Luego ya el tratamiento de primera línea debe ser tópico.”

La iontoforesis aplica corrientes eléctricas en un baño de agua para bloquear las glándulas sudoríparas por un tapón córneo
Éstos consisten en diferentes formulaciones y concentraciones de cloruro de aluminio que actúan sobre el conducto sudoríparo, bloqueándolo y produciendola atrofia de las células glandulares. Eso sí, el efecto desaparece si se interrumpe el tratamiento durante más de una semana, pero se trata de una solución para los casos más leves.

En los casos de hiperhidrosis palmar y plantar, la iontoforesis es otra opción. “A través de un baño de agua se aplican corrientes eléctricas de intensidad creciente, en sesiones diarias de unos 10 minutos que bloquean a su vez las glándulas sudoríparas mediante la formación de un tapón córneo”, apunta el doctor.

Una alternativa diferente es la toxina botulínica, también conocida como botox. La neurotoxina responsable del botulismo bloquea de forma irreversible la transmisión de los impulsos nerviosos, tanto motores como del “sistema simpático". Concretamente, inyectada localmente a baja concentración puede inhibir el estímulo simpático y disminuir o anular la sudoración.

UNA SOLUCIÓN DEFINITIVA

No obstante, tanto el uso del botox como el resto de tratamientos tópicos requieren repeticiones periódicas para que no reaparezca el problema. En este sentido, para el doctor Javier Moradiellos, “las nuevas tecnologías han jugado un papel importante en lo que se refiere a las últimas técnicas para tratar la hiperhidrosis”.

"La simpatectomía láserse realiza a través de una mínima incisión en la axila. En lugar de electricidad utilizamos la luz para eliminar las fibras responsables de la sudoración"
En primer lugar, la técnica más innovadora es la destrucción térmica de las glándulas sudoríparas mediante microondas. Lo malo es que, por el momento, solo tiene indicación para la hiperhidrosis axilar. Al tratarse de la última alternativa en salir al mercado, también es una de las más caras, pero el inconveniente principal es que puede llegar a ser dolorosa, por lo que en algunas ocasiones puede requerir la administración de anestesia local en la zona a tratar.

Finalmente, parece que el tratamiento definitivo y más eficaz para el exceso de sudoración espontánea es interrumpir el estímulo nervioso de regulación anormal del sudor mediante una intervención quirúrgica llamada simpatectomía.

En la mayoría de los casos la intervención se realiza de forma ambulatoria o al menos requiere menos de 24 horas de hospitalización y el regreso a la rutina diaria es muy rápido. En cuanto a su eficacia, en las palmas de las manos el éxito es superior al 95%, mientras que el efecto es permanente en el resto del cuerpo.

En este contexto, el doctor Moradiellos explica a SaluDigital que es la modalidad de la simpatectomía láserlaúltima innovación técnica en cirugía en la que se encuentran trabajando.


“La intervención se realiza a través de una mínima incisión de cinco milímetros en la axila que no precisa suturas. En vez de utilizar electricidad para interrumpir el nervio, utilizamos luz láser para eliminar las fibras responsables de la sudoración”, observa.
"Para los pacientes con sudoración palmar es, sin duda, el tratamiento definitivo de elección y muchos nos aseguran que supone un auténtico cambio de vida"

Además, resulta que la técnica láser concentra mucho más la energía y su precisión puede disminuir los efectos en los tejidos circundantes. Asimismo, algo que también destaca Moradiellos es que a través de la cirugía es posible ser más selectivos con las áreas nerviosas a eliminar, lo que ha disminuido la incidencia y severidad de los efectos secundarios en los últimos años.

La satisfacción de los pacientes con la simpatectomía supera, en la actualidad, el 97%. “Para los pacientes con sudoración palmar es, sin duda, el tratamiento definitivo de elección y muchos de ellos nos refieren que supone un auténtico cambio de vida”, concluye este médico especialista.
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