El sector sanitario está en constante desarrollo, donde se está experimentando una transformación continuada en lo referente a la incorporación de robots y tecnología. Los avances tecnológicos mueven más de 175.000 millones de euros. Tanto los robots físicos como los virtuales están desempeñando un papel de gran relevancia en la atención sanitaria, liberando al personal sanitario y mejorando el servicio a los pacientes.
El uso de los robots físicos, los cuales pueden realizar tareas específicas de manera precisa y eficiente, lo que ayuda a reducir la carga de trabajo del personal sanitario en operaciones, rehabilitación, transporte y otras áreas es cada vez más común. Por otro lado encontramos los robots virtuales basados en inteligencia artificial (IA) también son utilizados para mejorar la atención sanitaria, ayudando en la monitorización de pacientes, proporcionar información y apoyo a los profesionales sanitarios, y facilitar la comunicación entre médicos y pacientes.
Sin embargo para optimizar y mejorar esta tecnología al sector sanitario es necesario profesionales. Este es el caso de Michael West, especializado en robótica sanitaria y un estudiante investigador del MIT, quien se ha forjado un impresionante camino académico lleno de logros y contribuciones significativas al mundo tecnológico del sector salud.
“Puede ser médico, abogado o ingeniero"
Este genio de la robótica comenta, que realmente eligió la ingeniería como descarte. "Tuve la opción clásica: puede ser médico, abogado o ingeniero", la experiencia tan agotadora de ver a su madre atravesar la residencia médica lo llevó a descartar la medicina como opción. Además, reconoció que no disfrutaba lo suficiente de la lectura y la escritura como para ser abogado fuera la opción predominante, por lo que solo le quedó una opción: la ingeniería.
Así pues, junto con su interés por las matemáticas y la física le llevó a especializarse, en la Universidad de Yale, en ingeniería mecánica. Sin embargo hubo un punto de inflexión durante su último año en esta universidad cuando fue seleccionado por el Programa de Investigación de Verano del MIT (MSRP), el cual permite a los estudiantes más talentosos de las universidades, pasar un verano en el campus del MIT, realizando investigaciones supervisadas por profesores y expertos en el MIT.
El programa de verano fue clave para el joven especialista en robótica: "Me dio mucha confianza para acercarme a personas que sabían mucho más que yo sobre ciertos temas", añadiendo que a su vez “me dio la confianza para postularme a las mejores escuelas de posgrado, sabiendo que podía tener éxito aquí", asegura.
“Me dio la confianza para postularme a las mejores escuelas de posgrado, sabiendo que podía tener éxito aquí”
Tras terminar sus estudios universitarios, se convirtió en el líder de grupo del MSRP durante dos veranos. Este papel le ayudó a crecer en su faceta de liderazgo llegando a ser el presidente de la Sociedad Nacional de Ingenieros Negros en la universidad y fiel partícipe de las asociaciones de estudiantes graduados negros en el MIT.
Su pasión por la investigación, junto con la de ayudar a aquellos que han sufrido lesiones ortopédicas o neurológicas, le ha llevado a estudiar, junto al profesor Neville Hogan en el Laboratorio de Biomecánica y Rehabilitación Humana, en la comprensión sobre cómo los humanos controlan y gestionan su movimiento desde una perspectiva matemática. "Si tienes una manera de cuantificar el movimiento, entonces puedes medirlo mejor e implementarlo en la robótica, para crear mejores dispositivos que ayuden en la rehabilitación" explica West.
Esta investigación es compleja ya que aún es pronto para entender de manera global cómo los humanos controlan el movimiento, debido a las preguntas tan complejas que aparecen al estudiar el control motor humano, siendo así un proceso gradual y donde muchos hallazgos se complementan con el tiempo. "Avanzar implica hacer pequeñas preguntas y aprovechar lo que ya se sabe", afirma West.
"Avanzar implica hacer pequeñas preguntas y aprovechar lo que ya se sabe"
El compromiso de West con la investigación lo llevó a obtener becas prestigiosas, donde investigó la capacidad de la mano humana para manipular objetos y herramientas. Estas becas le permitieron concentrarse en su investigación y renunciar a roles de asistente de enseñanza, aunque sigue interesado en la enseñanza y planea convertirse en profesor después de completar su doctorado.
En septiembre, West iniciará una beca conjunta con el MIT y la Iniciativa de Convergencia para la Industria y la Tecnología de Accenture, un paso que espera fomente la interacción entre la tecnología y la industria.
Al hablar con él sobre como afrontar ser un alumno MIR, de cara a dar consejo a futuros alumnos que se enfrenten a los complejos desafíos en su camino académico, comenta que lo principal es no tengan miedo de pedir ayuda. "Siempre habrá alguien que sea mejor que tú en algo, y eso es bueno”, termina.