Mapear el flujo sanguíneo o medirlo permite mejorar el diagnóstico clínico. Gracias a ello se produce una mejor comprensión de la fisiología de las células endoteliales, que recubren el interior de todos los vasos sanguíneos. Y el estado del endotelio está vinculado a prácticamente todas las enfermedades cardiovasculares, que son la principal causa de muerte a nivel mundial.
Una técnica muy precisa que se utiliza actualmente para hacer mediciones del flujo sanguíneo consiste en inyectar tintes fluorescentes en la sangre y detectar la luz infrarroja que emite. El problema con los tintes es que son tóxicos y también pueden distorsionar los resultados del mapeo al afectar los vasos. Los investigadores también emplean animales genéticamente modificados, cuyo revestimiento interior de los vasos sanguíneos está diseñado para emitir luz sin sustancias extrañas involucradas. Sin embargo, ambos métodos son muy costosos.
Investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología de Skolkovo y de la Universidad Estatal de Saratov han ideado un método económico para visualizar el flujo sanguíneo en el cerebro. La nueva técnica es tan precisa que discierne los movimientos de los glóbulos rojos individuales, todo sin el uso de agentes de tinción tóxicos o ingeniería genética costosa.
“Nuestro método utiliza lo que se conoce como filtrado fotograma a fotograma para procesar imágenes cerebrales obtenidas con un microscopio óptico ordinario disponible en cualquier laboratorio. Nos permite discernir glóbulos rojos en movimiento y construir un mapa muy detallado de la vasculatura [red de vasos sanguíneos], hasta los capilares más pequeños"
De esta forma, el estudio, publicado en The European Physical Journal Plus,ha permitido a los investigadores comprender cómo funciona el suministro de la sangre del cerebro, mapeando sus redes de vasos sanguíneos e incluso visualizar los capilares más pequeños del cerebro. El método, que integra microscopía óptica y procesamiento de imágenes, no tiene colorantes y es muy fino, debido a su capacidad para detectar todos y cada uno de los glóbulos rojos que viajan a lo largo de un vaso sanguíneo. Dado que la cantidad de glóbulos rojos en los capilares no es tan alta, cada célula cuenta, por lo que esta es una ventaja importante sobre otros métodos, incluidos los que no utilizan colorantes.
La salud de los vasos sanguíneos está indirectamente involucrada en enfermedades de diferente naturaleza. Por ejemplo, el nuevo método de visualización podría aplicarse para estudiar tumores, que consumen cantidades anormalmente altas de nutrientes y, por lo tanto, tienden a desarrollar muchos vasos sanguíneos. Otro ejemplo, entre las enfermedades infecciosas, es el paludismo, en el que se eleva la viscosidad de la sangre. Además de eso, incluso las consecuencias del daño mecánico, por ejemplo, en las perforaciones médicas, podrían estudiarse dentro del mismo enfoque general para ver cómo el tejido perforado vuelve a crecer los vasos sanguíneos.
“Nuestro método utiliza lo que se conoce como filtrado fotograma a fotograma para procesar imágenes cerebrales obtenidas con un microscopio óptico ordinario disponible en cualquier laboratorio. Nos permite discernir glóbulos rojos en movimiento y construir un mapa muy detallado de la vasculatura [red de vasos sanguíneos], hasta los capilares más pequeños. Esto, a su vez, hace posible evaluar con precisión las tasas de flujo sanguíneo en los vasos mediante una técnica llamada velocimetría de imágenes de partículas”, comenta el autor principal del estudio, el científico investigador de Skoltech Maxim Kurochkin.