Existen pechos de diferentes formas y tamaños, pero no hay dos iguales. Cada pecho es único: es como las huellas dactilares. De hecho, así lo ha demostrado Medela, compañía suiza que dirige sus esfuerzos a comprender las necesidades de las madres y el comportamiento de los bebés, con la creación y análisis de la primera base de datos del mundo de mamografías en 3D que incorpora miles de pechos de madres lactantes reales.
De esta manera, con el modelado de estas mamografías se ha hecho posible el primer gran avance en los últimos 50 años en tecnología de embudos de lactancia (el dispositivo que las madres se colocan sobre el pecho para extraerse la leche materna): la personalización del proceso, adaptándose a cada contorno de pecho específico y a las exigencias del estilo de vida particular de cada madre.
Como resultado se ha mejorado la comodidad en el proceso de extracción, puesto que las madres pueden elegir el lugar y la posición en la que estén más relajadas, y su eficacia, ya que se consigue un 11% más de volumen de leche materna en cada sesión de extracción. Y es que, sentirse relajada y cómoda favorece el flujo de leche, mientras que el estrés y la incomodidad pueden dificultar la producción de oxitocina, una hormona esencial para la liberación de leche materna.
Con el modelado de estas mamografías se ha hecho posible el primer gran avance en los últimos 50 años en tecnología de embudos de lactancia
En este sentido, el embudo de lactancia consta de dos partes principales: la parte angular ancha, denominada cono, que se coloca sobre el pecho; y el túnel, que permite al pezón moverse hacia adelante y hacia atrás mientras la leche se extrae mediante la técnica de vacío.
Así pues, los investigadores de Medela han comprobado que, para crear un perfecto sellado por vacío, algunas mujeres tenían que presionar el extremo duro del embudo existente hasta ahora contra el tejido mamario. Incluso utilizando cinco tamaños diferentes de túneles -para acoger los distintos tamaños de pezón- constataron la disparidad existente entre la forma circular del cono, su ángulo de apertura (90º) y la forma del pecho.
''Estaba claro que no se trataba de la forma idónea para muchas mujeres. Por eso empezamos a plantearnos la posibilidad de que una forma y un ángulo distintos hiciesen que el proceso resultase más cómodo y quizás también más eficaz'', ha afirmado la doctora Danielle Prime, investigadora asociada de lactancia en el Departamento de Investigación Médica de Medela.
44 TIPOS DE PECHO FORMAN LA PRIMERA BASE DE DATOS EN 3D DE PECHOS LACTANTES
Una misma madre podría querer probar una posición diferente para cada sesión de extracción, ya que el contorno del pecho varía en función de lo lleno que esté. Para facilitar esa flexibilidad y comodidad de las madres, el nuevo embudo ovalado puede rotar 360º.