A pesar de que los últimos años han estado claramente marcados por el Covid, con la llegada del otoño comienzan a aparecer otros virus respiratorios. Por ello, investigadores de la Universidad Tongji de Shanghai están desarrollado unamascarilla que es capaz de detectar partículas virales circundantes tras una conversación de solo 10 minutos y avisar al usuario mediante el móvil. Al tratarse de un dispositivo en fase de desarrollo detecta una cantidad de partículas virales mucho menor que las que se liberan durante un estornudo.
Entre los componentes de esta mascarilla se encuentra un sensor unido a tres tipos de aptámetros, que en este caso se unen a proteínas específicas de la superficie del SARS-CoV-2; y un transistor muy sensible, su unión provoca que, al encontrarse uno de los dos virus, se envíe el mensaje a la aplicación.
Con el objetivo de poner a prueba la mascarilla, los científicos la introdujeron en una cámara y la rociaron de un líquido cargado de proteínas virales, además, tuvieron en cuenta las cantidades que se emiten a la hora de hablar
Tras las pruebas de diferentes cantidades se observó que el dispositivo detectaba los virus con solo 0,3 microlitros, lo que supone de 70 a 560 veces menos que el volumen de líquido producido en un estornudo y, lógicamente, mucho menos que el volumen producido al toser o hablar.
La idea utópica de los investigadores es que todo el mundo llevase mascarilla y a la hora de que se produjera un caso avisase a las personas que se encuentren alrededor. Por ahora, tratan de acortar aún más el tiempo de detección y aumentar la sensibilidad del sensor, ya que si se llegase a reducir aún más el tiempo, la mascarilla no sería tan necesaria, pues podría ser que el usuario no hubiese llegado a acumular carga viral como para infectarse. Ese debería ser el objetivo definitivo, pero todo se andará.