Lorena Aguirre Lavín | Madrid
Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) han utilizado los pulsos eléctricos de un implante coclear para aplicar la terapia génica, reparando con éxito nervios auditivos y, con ello, restaurando la audición pérdida.
En concreto, el proceso consistió en repartir ADN a las células cercanas a la matriz de los electrodos implantados con el objetivo de que estas células produzcan neurotrofinas. Se trata, en palabras del autor principal del estudio, Gary Housley, de que las personas coneste tipo de dispositivos puedan disfrutar de una "gama dinámica y tonal" más amplia de sonidos, "algo particularmente importante para sentir el mundo auditivo".
Estos avances no solo se podrían aplicar para la sordera profunda, sino que la investigación podría ayudar a la hora de abordar otras enfermedades, como el Parkinson o la depresión. El estudio, publicado en "Science Translational Medicine", ha sido realizado en cobayas, y abre la puerta al desarrollo de una nueva generación de prótesis que se acerca a una audición más realista.
Y es que los implantes cocleares suelen funcionar perfectamente en situaciones de silencio y, en ocasiones, existen dificultades para escuchar la música o seguir las conversaciones cuando hay ruidos por medio.
"Este enfoque inteligente es lo más prometedor hasta la fecha", señala Gerald Loeb , investigador en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles (Estados Unidos), quien ayudó a desarrollar el implante coclear.
Si el método funciona bien en seres humanos, según los autores, podría ayudar a las personas con sordera profunda a disfrutar de la música y a seguir las conversaciones en los restaurantes. Asimismo, podría mejorar los implantes híbridos, que están diseñados para ayudar a las personas que tienen pérdida de audición parcial.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
Un grupo de investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia) han utilizado los pulsos eléctricos de un implante coclear para aplicar la terapia génica, reparando con éxito nervios auditivos y, con ello, restaurando la audición pérdida.
En concreto, el proceso consistió en repartir ADN a las células cercanas a la matriz de los electrodos implantados con el objetivo de que estas células produzcan neurotrofinas. Se trata, en palabras del autor principal del estudio, Gary Housley, de que las personas coneste tipo de dispositivos puedan disfrutar de una "gama dinámica y tonal" más amplia de sonidos, "algo particularmente importante para sentir el mundo auditivo".
Estos avances no solo se podrían aplicar para la sordera profunda, sino que la investigación podría ayudar a la hora de abordar otras enfermedades, como el Parkinson o la depresión. El estudio, publicado en "Science Translational Medicine", ha sido realizado en cobayas, y abre la puerta al desarrollo de una nueva generación de prótesis que se acerca a una audición más realista.
Y es que los implantes cocleares suelen funcionar perfectamente en situaciones de silencio y, en ocasiones, existen dificultades para escuchar la música o seguir las conversaciones cuando hay ruidos por medio.
"Este enfoque inteligente es lo más prometedor hasta la fecha", señala Gerald Loeb , investigador en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles (Estados Unidos), quien ayudó a desarrollar el implante coclear.
Si el método funciona bien en seres humanos, según los autores, podría ayudar a las personas con sordera profunda a disfrutar de la música y a seguir las conversaciones en los restaurantes. Asimismo, podría mejorar los implantes híbridos, que están diseñados para ayudar a las personas que tienen pérdida de audición parcial.
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