Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Fotónicas (ICFO) de Cataluña ha desarrollado una nueva técnica para descontaminar las mallas quirúrgicas una vez que se implantan en el cuerpo. La técnica se basa en mallas recubiertas con nanopartículas de oro que se calientan cuando se refleja la luz infraroja cercana, destruyendo biopelículas bacterianas en la superficie. Sus creadores esperan que esta técnica se pueda utilizar para tratar infecciones bacterianas graves que pueden ocurrir después de la implantación de las citadas mallas.
Hay que recordar que las mallas quirúrgicas se utilizan en una gran variedad de procedimientos quirúrgicos, siendo uno de los más comunes la reparación de hernias. No obstante, estos sistemas pueden contaminarse con bacterias durante la implantación, y dichas bacterias pueden formar fácilmente una biopelícula sobre la malla. Esta capa, gruesa en ocasiones, dificulta la penetración de los antibióticos, lo que significa que tales infecciones, a menudo, son muy difíciles de tratar.
Un total de 20 millones de cirugías de reparación de hernias se realizan a nivel mundial cada año, por lo que se requieren urgentemente nuevas soluciones
En el caso de las bacterias resistentes a los antibióticos, es aún más difícil controlar o erradicar la infección, y los pacientes pueden necesitar cirugía adicional para abordar el problema. Según los últimos datos publicados, un total de 20 millones de cirugías de reparación de hernias se realizan a nivel mundial cada año, por lo que se requieren urgentemente nuevas soluciones.
Para combatir tales infecciones, los expertos del ICFO han combinado la nanotecnología con la terapia de luz para quemar biopelículas bacterianas de las mallas quirúrgicas. La técnica consiste en crear un recubrimiento homogéneo de millones de nanopartículas de oro en mallas quirúrgicas, antes de que se implanten en un paciente. Las nanopartículas tienen una propiedad útil: se calientan significativamente cuando se exponen a la luz infrarroja cercana.
Al explotar este fenómeno, los investigadores intentaron matar las biopelículas bacterianas cultivadas de S. Aureus en las mallas quirúrgicas. Sometieron las mallas cubiertas de biopelículas a pulsos cortos e intensos de luz infrarroja cercana, y vieron que una proporción significativa de las bacterias fueron eliminadas de inmediato. Las bacterias restantes se debilitaron y probablemente se volvieron más susceptibles a la terapia con antibióticos o la respuesta inmune del cuerpo.
La técnica podría ser útil para tratar las mallas infectadas en el cuerpo, ya que el rango de luz infrarrojo cercano requerido probablemente cause un daño mínimo a los tejidos cercanos. Las opciones para administrar la luz dentro del cuerpo incluyen un catéter mínimamente invasivo o, tal vez, una fuente de luz controlada a distancia que se coimplante con la malla durante el procedimiento quirúrgico inicial.