“La posibilidad de monitorización continua y remota con la utilización de teléfonos inteligentes y tecnología wearable ofrece una completa información sobre el estado del paciente con un nivel de detalle que era inalcanzable anteriormente”
El Programa de Evaluación Remota de la Enfermedad y la Recaída-Sistema Nervioso Central (RADAR-CNS en sus siglas en inglés) tiene como objetivo mejorar los síntomas y la calidad de vida de los pacientes, y el tratamiento de estas y otras enfermedades crónicas. "La posibilidad de monitorización continua y remota con la utilización de teléfonos inteligentes y tecnología wearable ofrece una completa información sobre el estado del paciente con un nivel de detalle que era inalcanzable con anterioridad. El acceso a esta información detallada favorece la aplicación de tratamientos preventivos. Además, el tratamiento puede comenzar potencialmente antes de que la salud del paciente se deteriore, con lo que se evitan recaídas y mayores deterioros del paciente antes del inicio del tratamiento", explica Josep María Haro, investigador del Parc Sanitari Sant Joan de Déu y del CIBERSAM, que coordina la participación del CIBER en el proyecto.
El proyecto está enfocado a epilepsia, la depresión y la esclerosis múltiple. Aunque son enfermedades distintas, con diferentes causas y síntomas, todas ellas están relacionadas con el deterioro cerebral, con lo que afectan gravemente a la esperanza de vida de los pacientes y a la calidad de vida de estos y de sus familiares allegados.
En estos tres trastornos, los pacientes a menudo atraviesan periodos en los que son capaces de manejar sus síntomas junto con otros de deterioro y recaída. Las encuestas realizadas a los afectados han evidenciado repetidamente la necesidad de predecir cuándo se producirán las recaídas para mejorar así la administración de los tratamientos disponibles para evitarlas.
EVITAR RECAÍDAS
Gracias a los wearables “será posible detectar si un paciente está comenzando a tener problemas antes de que haya evidencia clínica de ello”
"En los últimos años, la calidad y la cantidad de datos que podemos recoger con la tecnología wearable y los teléfonos inteligentes se ha disparado. La información que se genera con esta gran cantidad de datos contribuirá a mejorar la asistencia clínica al ofrecer un mayor detalle de la situación del paciente así como del pronóstico de su evolución. Aún más, será posible detectar si un paciente está comenzando a tener problemas antes de que haya evidencia clínica de ello", apunta Jordi Aguiló, investigador de la Universidad Autónoma de Barcelona y del CIBER-BBN, que participa también en este proyecto."Por ejemplo, en la depresión, el comportamiento puede cambiar incluso antes de que el paciente se dé cuenta y se manifieste la sintomatología asociada a la enfermedad (puede dormir peor o puede dejar de hacer algunas cosas durante las semanas previas a una recaída)", subraya Matthew Hotopf, uno de los coordinadores del programa RADAR-CNS y director del NIHR Maudsley Biomedical Research Centre de Londres.
“RADAR-CNS (continúa) puede utilizar el gran potencial de monitorización que ofrecen las tecnologías wearables para mejorar las vidas de millones de personas en todo el mundo con enfermedades crónicas como la epilepsia, la depresión o la esclerosis múltiple".