Parece que el reino de las apps sanitarias de monitorización del paciente sólo abarca el fitness, la diabetes o las variables cardíacas, pero no es así. Mucho más allá, los médicos de UCLA y la Universidad de Michigan (EEUU) llevan cinco años trabajando en una aplicación enfocada exclusivamente a pacientes con problemas gastrointestinales.
El proyecto, que ha sido desarrollado conjuntamente con Ironwood Pharmaceuticals, se llama My GI Health y está enfocado a mejorar la comunicación médico-paciente. Su principal desarrollador ha sido el doctor Brennan Spiegel, quien considera que el punto fuerte de esta aplicación es que “ha sido creada por científicos sociales, ingenieros eléctricos, investigadores en ciencias de la salud y de todos los ámbitos de la vida, industria, academia e incluso desde el NIH (Instituto Nacional de Salud)”.
Spiegel destaca que la gran ventaja de esta aplicación es que aborda uno de los puntos débiles de los médicos en cuanto a la comunicación y reduce la cantidad de tiempo perdido analizando en persona al paciente. La aplicación consiste en un cuestionario que rellena el usuario a modo de historia clínica del paciente, exclusiva al ámbito gastrointestinal, sólo que con mucho más detalle ya que el usuario puede completarla al momento con cada uno de sus síntomas.
“Entre los retos clínicos no se presentan nada parecido a esto”, expone el doctor, e incide en que “casi no hay ejemplos de apps móviles de salud o wearables en esta materia”. No se trata, dice, de reemplazar al doctor con una aplicación, sino “mirar al paciente a los ojos y tener conversaciones con las personas y comprender profundamente las implicaciones emocionales, físicas y sociales de la enfermedad. Un ordenador no puede hacer esto, pero puede ayudarnos muy bien a preguntar las cuestiones correctas y a emplear más tiempo hablando con los pacientes”.
APP EDUCATIVA Y COMUNICATIVA
La app compara los síntomas del usuario con otros pacientes y con la población en general, y “le dice cuándo ha cruzado la línea roja que debe llevarle a preocuparse por su salud, por lo que puedes aprender sobre lo que te está ocurriendo”. La app también incluye recomendaciones y recorridos virtuales e interactivos a través del tracto gastrointestinal, para conocerlo mejor, o incluso tutoriales sobre cómo este sistema interactúa con el sistema nervioso.
Estas actividades educativas pueden llevar al paciente a comprender mejor su enfermedad y así realizar un mejor seguimiento, tener la posibilidad de contactar directamente con un experto y seguir rellenando su historial clínico e imprimirlo para llevarlo a la oficina del médico. Incluso consta de un foro donde compartir notas.
La compañía está desarrollando también otras apps en salud y se ha asociado con el departamento de Ciencias de la Salud de Nestlé para crear My Health Nutrition, para ayudar a las personas a descubrir sus intolerancias alimentarias y alergias.
Porque salud necesitamos todos… ConSalud.es
El proyecto, que ha sido desarrollado conjuntamente con Ironwood Pharmaceuticals, se llama My GI Health y está enfocado a mejorar la comunicación médico-paciente. Su principal desarrollador ha sido el doctor Brennan Spiegel, quien considera que el punto fuerte de esta aplicación es que “ha sido creada por científicos sociales, ingenieros eléctricos, investigadores en ciencias de la salud y de todos los ámbitos de la vida, industria, academia e incluso desde el NIH (Instituto Nacional de Salud)”.
Spiegel destaca que la gran ventaja de esta aplicación es que aborda uno de los puntos débiles de los médicos en cuanto a la comunicación y reduce la cantidad de tiempo perdido analizando en persona al paciente. La aplicación consiste en un cuestionario que rellena el usuario a modo de historia clínica del paciente, exclusiva al ámbito gastrointestinal, sólo que con mucho más detalle ya que el usuario puede completarla al momento con cada uno de sus síntomas.
“Entre los retos clínicos no se presentan nada parecido a esto”, expone el doctor, e incide en que “casi no hay ejemplos de apps móviles de salud o wearables en esta materia”. No se trata, dice, de reemplazar al doctor con una aplicación, sino “mirar al paciente a los ojos y tener conversaciones con las personas y comprender profundamente las implicaciones emocionales, físicas y sociales de la enfermedad. Un ordenador no puede hacer esto, pero puede ayudarnos muy bien a preguntar las cuestiones correctas y a emplear más tiempo hablando con los pacientes”.
APP EDUCATIVA Y COMUNICATIVA
My GI Health App from Todd Lewis on Vimeo.
La app compara los síntomas del usuario con otros pacientes y con la población en general, y “le dice cuándo ha cruzado la línea roja que debe llevarle a preocuparse por su salud, por lo que puedes aprender sobre lo que te está ocurriendo”. La app también incluye recomendaciones y recorridos virtuales e interactivos a través del tracto gastrointestinal, para conocerlo mejor, o incluso tutoriales sobre cómo este sistema interactúa con el sistema nervioso.
Estas actividades educativas pueden llevar al paciente a comprender mejor su enfermedad y así realizar un mejor seguimiento, tener la posibilidad de contactar directamente con un experto y seguir rellenando su historial clínico e imprimirlo para llevarlo a la oficina del médico. Incluso consta de un foro donde compartir notas.
La compañía está desarrollando también otras apps en salud y se ha asociado con el departamento de Ciencias de la Salud de Nestlé para crear My Health Nutrition, para ayudar a las personas a descubrir sus intolerancias alimentarias y alergias.
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