El trastorno bipolar afecta en España a casi un millón de personas
El trastorno bipolar, que afecta en España a casi un millón de personas, va más allá de repentinos cambios en el estado de ánimo. Es una enfermedad mental caracterizada por cambios de humor que varían entre la euforia extrema y la depresión grave. Cuando los pacientes están en su pico de hiperactividad, pueden ser peligrosos para sí mismos embarcándose, por ejemplo, en proyectos arriesgados, como la idea de un negocio o invertir en bolsa, convencidos con el máximo optimismo de que todo irá bien. Por el contrario, pueden sentirse devastadoramente deprimidos y letárgicos, con tendencia incluso hacia el suicidio.Identificar este problema como una enfermedad es crucial para un tratamiento adecuado, pero no existen biomarcadores fiables para este trastorno, por lo que los pacientes son sometidos a pruebas psicológicas y el diagnóstico normalmente puede llegar a retrasarse años.
Los llamados "smarphones" o teléfonos inteligentes pueden cambiar esta tendencia. El doctor Venet Osmani, del CREATE-NET, ha descubierto que los patrones del comportamiento asociados con el trastorno bipolar se pueden identificar con precisión a través de estos dispositivos.
DATOS DE UBICACIÓN, NÚMERO DE LLAMADAS Y VELOCIDAD DEL HABLA
El patrón de la hiperactividad se puede medir con un acelerómetro y un dispositivo de GPS
De esta forma, el patrón de la hiperactividad se puede medir con un acelerómetro y un dispositivo de GPS, así como identificar si el paciente habla de forma acelerada a través de la monitorización del análisis del habla y del posible aumento de las conversaciones telefónica. Cuando el paciente se encuentra en su etapa depresiva, los niveles de todos estos comportamientos cambian, se reducen, y eso también aparece reflejado en el "smartphone".Para comprobar la efectividad de este método, Osmani realizó un estudio científico,
Los resultados que obtuvo este profesor fueron enormemente prometedores. En primer lugar, los datos de actividad y de ubicación del paciente indicaban su estado anímico y permitían predecir de forma muy precisa cómo iba a cambiar su estado de ánimo en el 94% de las veces. Este hecho, junto con el análisis de las llamadas telefónicas, aumentó el éxito de las predicciones superando incluso el 97% de fiabilidad.
“Casi todos los cambios se detectaron sin apenas falsas alarmas”, concluye Osmani en el estudio y recalca que “uno de los aspectos más importantes de este trabajo es la posibilidad de detección temprana de los cambios del estado del paciente con una alta precisión, facilitando una intervención en un tiempo adecuado y dando paso así a mejores resultados del tratamiento”.
Pero aunque el estudio ha arrojado grandes esperanzas, tan solo ha monitorizado 12 pacientes en 12 semanas, por lo que el investigador tiene planes de realizar más estudios y un trabajo de seguimiento planificado a estos pacientes.
DISEÑO DE APPS ESPECÍFICAS
Mientras tanto, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), del Instituto de Salud Carlos III, ha realizado otra investigación para demostrar que los "smartphones" podrían prevenir recaídas en los pacientes con trastorno bipolar.
Se trata del proyecto "SIMPLe", que consiste en una aplicación diseñada para detectar las recaídas de los pacientes con el uso de mediciones subjetivas y objetivas y el envío de mensajes personalizados a los pacientes.
Las ‘startups', o pequeñas empresas emergentes, también están copando el ámbito de la investigación y no dejan de lado este terreno. Ginger.io es una de ellas, y se está enfocando a la monitorización de la salud mental a través del móvil. Para ello se ha basado en años de investigación del MIT (Massachusetts Institute of Technology) Media Lab, a partir de la que ha lanzado una app comercial que cada vez es más popular en el ámbito sanitario.
Sirve para detectar, a partir de los datos recogidos, si el paciente presenta o no síntomas de enfermedades como la esquizofrenia, ansiedad, depresión o trastorno bipolar. Los síntomas pueden incluir letargo (medidos a través de la disminución de los desplazamientos a través de los servicios de ubicación del móvil) o frecuencia baja de envío de mensajes. Cuando la app detecta patrones inusuales, envía mensajes de texto al médico y al paciente. La aplicación ya está siendo utilizada en más de 25 centros sanitarios y académicos de Estados Unidos.
DEPRESIÓN Y TOC
Una famosa psicóloga de Falmouth, Massachusetts (EE.UU.), Kristen Mulcahy, se planteó desarrollar una aplicación para personas con trastorno obsesivo-compulsivo (TOC) y creó Live OCD Free, basada en un tratamiento de exposición y prevención de respuesta.
La telemedicina a través del teléfono móvil también es aplicable a la depresión, tal como han demostrado los investigadores del Northwestern University Feinberg School of Medicine, de EE.UU, con el objetivo de evitar las sesiones semanales de terapia a partir del proyecto ‘Mobilyze!'.
Al igual que con el trastorno bipolar, se trata de valorar los estados de humor del paciente, detectar los síntomas de depresión y detallar su estado y nivel de actividad a través de un acelerómetro, su contexto social y su estado de ánimo, y se puede conectar con el médico para un seguimiento del paciente. Otras aplicaciones, como MedLink system, recuerdan al paciente cuándo y cómo tomar su dosis.
Sin duda, los avances tecnológicos en telefonía móvil van mucho más allá del ámbito de la comunicación humana. Su capacidad para monitorizar cualquier ámbito de la vida y el estado del paciente, la comunicación constante con un médico y el desarrollo de aplicaciones específicas están suponiendo una completa revolución en la medicina, en la rapidez de diagnóstico y efectividad de los tratamientos.