La gripe, enfermedad infecciosa causada por un tipo de virus de ARN, es considerada como una de las más comunes en todo el mundo debido a que, entre otros motivos, presenta una elevada capacidad de transmisión. Aunque su mayor incidencia llegará durante los meses de invierno, los últimos informes elaborados por el Sistema de Vigilancia de la Gripe en España (SVGE), puesto en marcha por el Instituto de Salud Carlos III y correspondientes a las últimas semanas de octubre, han determinado que en España se están registrando entre 10 y 11 casos por cada 100.000 habitantes.
Precisamente este último factor es el que ha tenido en cuenta un grupo de investigadores de las universidades de Santiago de Compostela (USC) y Cantabria (UC). Según ha detallado a SaluDigital.es el geógrafo e investigador de la UC Dominic Royé, el proyecto de investigación tiene como objetivo final la elaboración de un sistema de alerta que sea capaz de anticipar el nivel de riesgo biometereológico de la gripe teniendo en cuenta las diferentes regiones climáticas de la Península Ibérica.
Para ello, el equipo investigador ha optado por estudiar la relación existente entre aquellos ingresos registrados en los hospitales públicos que están asociados a la gripe y los tipos de tiempo atmosféricos de las distintas comunidades autónomas durante un periodo determinado
MÉTODO UTILIZADO
Aunque el objetivo de este grupo de investigadores es averiguar la situación que ocurre a nivel estatal, han empezado por analizar el caso específico de Galicia. Para ello, se marcaron la hipótesis de que con ciertos tipos de tiempo atmosférico resultaba “más favorable” que se produjese el desarrollo y expansión de las epidemias gripales y, por tanto, un aumento de las admisiones hospitalarias.
Según han indicado desde la Universidad de Santiago de Compostela, para la investigación se manejaron datos de presión atmosférica de la superficie según el National Center for Atmospheric Research (NCAR). Estos, se cruzaron por una parte con los ingresos que se producían diariamente en los hospitales públicos de Galicia entre los años 2003 y 2013 y, por otra, con los registros semanales que el Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Epidemiología publicaban sobre casos de gripe.
Y es que, como han señalado desde el centro universitario gallego, el número de casos de gripe diagnosticados en Galicia entre 2003 y 2013 fue de 113.957, estableciendo una media anual de 10.359. Asimismo, el número de admisiones hospitalarias por esta enfermedad alcanzaba las 5.830 personas.
RESULTADOS OBTENIDOS
Desde la investigación, en la que a parte de Dominic Royé han participado Alberto Martí, geógrafo de la USC; Margarita Taracido y Adolfo Figueiras, investigadores del Departamento de Salud Pública de la USC; y Pablo Fernández, geógrafo de la Universidad de Cantabria; pertenecientes al grupo Geobiomet, insisten en que se tratan de estudios preliminares que junto con los que se obtengan a nivel estatal podrán ayudar a elaborar con mayor certeza ese sistema de alerta.
De hecho, estos primeros resultados han sido presentados por el equipo investigador durante la celebración del X Congreso Internacional de la Asociación Española de Climatología que se ha celebrado en el pasado mes de octubre en Alicante. En él afirmaron que las admisiones hospitalarias en periodo epidémico se encuentran condicionadas por el número de casos de gripe de cada semana epidemiológica.
Aún así, los estudios realizados en Galicia han ofrecido resultados a destacar. Como ha subrayado Dominic Royé por una parte se ha registrado “un aumento relevante” en el número de admisiones hospitalarias asociadas a la gripe durante los últimos años de la serie estudiada. En concreto, este incremento viene precedido después de que se generara “alerta social” por la gripe A (H1N1) correspondiente al año epidémico 2009-2010.
Y con respecto a la influencia meteorológica, del trabajo se extrae que se producían mayores aumentos del riesgo de hospitalización por gripe en la comunidad autónoma de Galicia, llegando a alcanzar el 70% de incremento, entre cinco y seis días después de la llegada de masas de aire procedentes del suroeste y del sur. A continuación le seguían los vientos del oeste, el noroeste y el norte.
Para el geógrafo Royé, estas masas de aire en el territorio gallego provocan durante las estaciones de otoño e invierno “un tipo de tiempo lluvioso, con temperaturas suaves y con un alto grado de humedad relativa y absoluta”. Además, según apuntan las conclusiones del estudio realizado, los retardos resultan “aceptables” para explicar el periodo medio de incubación que transcurre entre el momento de la infección y a la aparición de los síntomas, aunque esto depende también del tipo de virus en concreto.
FINALIDAD DEL ESTUDIO
Desde la USC han informado que, atendiendo a diversas investigaciones, tanto los costes sociales como “los costes hospitalarios y de absentismo laboral asociados a la gripe representan una elevada carga económica, siendo ese coste muy superior entre los pacientes considerados grupos de riesgo”.
A pesar de no considerarse un experto en materia económica, el investigador de la Universidad de Cantabria se aventura en predecir que “si se conoce lo que te espera en los próximos días, te puede servir para prepararte mejor y optimizar los recursos de los que dispongas y ponerlos en funcionamiento para estos casos”. A pesar de ello, Royé recalca que no se sabe aún hasta qué punto se podría ahorrar debido, entre otros motivos, a que el tiempo y los tipos de tiempo “no se pueden controlar”. Para lo que sí serviría con más seguridad es para “ayudar a prevenir en la gestión”.
De estos estudios preliminares, según ha informado Dominic Royé, ya han señalado interés por parte del Servicio Gallego de Salud (SERGAS) de la Xunta de Galicia. El objetivo, ahora, es “sacar conclusiones a nivel estatal sabiendo que cada comunidad autónoma cuenta con particularidades concretas”. A partir de ahí, y “dependiendo de los recursos que haya”, poder llegar a elaborar ese sistema de alerta.
Para el estudio utilizaron datos de presión atmosférica de la superficie cruzados con los ingresos hospitalarios de Galicia entre 2003 y 2013 junto con registros del Ministerio
Poniendo el foco en los factores que normalmente se tienen en cuenta para determinar el mayor o menor riesgo de contraer gripe, los científicos e investigadores que analizan esta enfermedad suelen analizar aspectos de todo tipo: desde variables microbiológicas hasta determinantes inmunológicos, epidemiológicos, socioeconómicos, ambientales o meteorológicos.Precisamente este último factor es el que ha tenido en cuenta un grupo de investigadores de las universidades de Santiago de Compostela (USC) y Cantabria (UC). Según ha detallado a SaluDigital.es el geógrafo e investigador de la UC Dominic Royé, el proyecto de investigación tiene como objetivo final la elaboración de un sistema de alerta que sea capaz de anticipar el nivel de riesgo biometereológico de la gripe teniendo en cuenta las diferentes regiones climáticas de la Península Ibérica.
MÉTODO UTILIZADO
Aunque el objetivo de este grupo de investigadores es averiguar la situación que ocurre a nivel estatal, han empezado por analizar el caso específico de Galicia. Para ello, se marcaron la hipótesis de que con ciertos tipos de tiempo atmosférico resultaba “más favorable” que se produjese el desarrollo y expansión de las epidemias gripales y, por tanto, un aumento de las admisiones hospitalarias.
Había más riesgo de hospitalización por gripe en Galicia entre cinco y seis días después de la llegada de masas de aire procedentes del suroeste y del sur
Así, y aunque existen distintos métodos para cuantificar los efectos de riesgo en la salud humana, los científicos de la USC y la UC aplicaron el denominado modelo aditivo generalizado (GAM) a series temporales para cuantificar el riesgo relativo (RR) de la asociación entre los tipos de circulación atmosférica (CWT) y los ingresos hospitalarios por gripe. Según han indicado desde la Universidad de Santiago de Compostela, para la investigación se manejaron datos de presión atmosférica de la superficie según el National Center for Atmospheric Research (NCAR). Estos, se cruzaron por una parte con los ingresos que se producían diariamente en los hospitales públicos de Galicia entre los años 2003 y 2013 y, por otra, con los registros semanales que el Ministerio de Sanidad y el Instituto Nacional de Epidemiología publicaban sobre casos de gripe.
Y es que, como han señalado desde el centro universitario gallego, el número de casos de gripe diagnosticados en Galicia entre 2003 y 2013 fue de 113.957, estableciendo una media anual de 10.359. Asimismo, el número de admisiones hospitalarias por esta enfermedad alcanzaba las 5.830 personas.
RESULTADOS OBTENIDOS
Desde la investigación, en la que a parte de Dominic Royé han participado Alberto Martí, geógrafo de la USC; Margarita Taracido y Adolfo Figueiras, investigadores del Departamento de Salud Pública de la USC; y Pablo Fernández, geógrafo de la Universidad de Cantabria; pertenecientes al grupo Geobiomet, insisten en que se tratan de estudios preliminares que junto con los que se obtengan a nivel estatal podrán ayudar a elaborar con mayor certeza ese sistema de alerta.
De hecho, estos primeros resultados han sido presentados por el equipo investigador durante la celebración del X Congreso Internacional de la Asociación Española de Climatología que se ha celebrado en el pasado mes de octubre en Alicante. En él afirmaron que las admisiones hospitalarias en periodo epidémico se encuentran condicionadas por el número de casos de gripe de cada semana epidemiológica.
Y con respecto a la influencia meteorológica, del trabajo se extrae que se producían mayores aumentos del riesgo de hospitalización por gripe en la comunidad autónoma de Galicia, llegando a alcanzar el 70% de incremento, entre cinco y seis días después de la llegada de masas de aire procedentes del suroeste y del sur. A continuación le seguían los vientos del oeste, el noroeste y el norte.
Para el geógrafo Royé, estas masas de aire en el territorio gallego provocan durante las estaciones de otoño e invierno “un tipo de tiempo lluvioso, con temperaturas suaves y con un alto grado de humedad relativa y absoluta”. Además, según apuntan las conclusiones del estudio realizado, los retardos resultan “aceptables” para explicar el periodo medio de incubación que transcurre entre el momento de la infección y a la aparición de los síntomas, aunque esto depende también del tipo de virus en concreto.
FINALIDAD DEL ESTUDIO
Desde la USC han informado que, atendiendo a diversas investigaciones, tanto los costes sociales como “los costes hospitalarios y de absentismo laboral asociados a la gripe representan una elevada carga económica, siendo ese coste muy superior entre los pacientes considerados grupos de riesgo”.
Estos conocimientos pueden ser útiles para prevenir y pronosticar cuánto aumento de ingresos hospitalarios podrían esperarse en un periodo de tiempo concreto
Por este motivo, como así argumenta Dominic Royé, estos conocimientos pueden ser utilizados por los distintos servicios de salud de las comunidades autónomas para “prevenir y hacer pronósticos sobre cuánto aumento de ingresos hospitalarios podrían esperarse en un periodo de tiempo concreto”. A pesar de no considerarse un experto en materia económica, el investigador de la Universidad de Cantabria se aventura en predecir que “si se conoce lo que te espera en los próximos días, te puede servir para prepararte mejor y optimizar los recursos de los que dispongas y ponerlos en funcionamiento para estos casos”. A pesar de ello, Royé recalca que no se sabe aún hasta qué punto se podría ahorrar debido, entre otros motivos, a que el tiempo y los tipos de tiempo “no se pueden controlar”. Para lo que sí serviría con más seguridad es para “ayudar a prevenir en la gestión”.
De estos estudios preliminares, según ha informado Dominic Royé, ya han señalado interés por parte del Servicio Gallego de Salud (SERGAS) de la Xunta de Galicia. El objetivo, ahora, es “sacar conclusiones a nivel estatal sabiendo que cada comunidad autónoma cuenta con particularidades concretas”. A partir de ahí, y “dependiendo de los recursos que haya”, poder llegar a elaborar ese sistema de alerta.