La Agencia de Medicamentos y Alimentación de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés Food and Drug Administration) ha autorizado el uso de Xenoscope, un laparoscopio articulado desechable de 5 milímetros fabricado por la marca norteamericana Xenocor. Su uso está indicado, principalmente, para cirugía abdominal y torácica mínimamente invasiva.
Una de las principales ventajas de este mecanismo, según indican sus fabricantes, radica en mejorar la calidad de la imagen, toda vez que reduce los costes hospitalarios y minimiza el riesgo para el paciente. "Xenoscope no genera un gran gasto inicial", expone el CEO de Xenocor, Evan Kelso.
Una de las principales ventajas de este mecanismo, según indican sus fabricantes, radica en mejorar la calidad de la imagen, toda vez que reduce los costes hospitalarios y minimiza el riesgo para el paciente
El dispositivo incluye una cámara desechable de 5 milímetros en un eje rígido, con una punta articulada de 90º y un procesador de video Xenobox compacto reutilizable de bajo coste. La imagen que ofrece es de alta definición, además de ir provista de un sistema antivaho. Se puede integrar con cualquier monitor HD, en la mayoría de las tablets y en otros dispositivos de visualización. aJunto a ello, incluye una luz integrada para la iluminación y un controlador de enfoque manual para establecer el punto focal apropiado.
"La mayoría de este tipo de dispositivos se empañan durante el procedimiento, lo que nos obliga a limpiarlo durante su uso y volver a insertarlo. Una tecnología combinada desechable y antivaho contribuye a mejorar la calidad de la imagen y, en definitiva, a reducir el tiempo del procedimiento", comenta el doctor John Langell, uno de los responsables del dispositivo.
El hecho de que sea desechable, permite su eliminación después de cada procedimiento para reducir el riesgo de riesgo biológico del paciente y del personal. "Con este instrumento de un solo uso, contribuimos a reducir los riesgos de contaminación del paciente y del personal, lo que se convierte en una gran ventaja tanto para los pacientes como para los propios centros hospitalarios", sentencia Kelso.