El verdadero salto en salud llegará en el momento en el que todos los datos registrados a través de dispositivos tecnológicos, se aúnen y permitan contextualizar la realidad. Es la principal conclusión que se extrae de Salud ON Me, un evento anual que cuenta con la colaboración de Novartis y en el que en el que se analizan una serie de tecnologías emergentes y vanguardias en salud que transformarán los sistemas sanitarios del planeta.
Madrid ha acogido este viernes la segunda edición de una cita que se ha inaugurado con la intervención de Nuria Oliver, experta en inteligencia artificial y doctorada por el doctorada por el Media Lab del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Durante su presentación, esta especialista ha hecho especial énfasis en la humanización de los dispositivos como destino al que se dirige la tecnología.
La atención sanitaria del futuro se asentará en la integración de tecnologías como los wearables o los sistemas de realidad aumentada
En este sentido, Oliver ha señalado que el móvil, tal y como lo conocemos a día de hoy, "desaparecerá". La docente del MIT ha señalado que, pese a que "un 80% de la población padece nomofobia", el smartphone tiene una gran cantidad de limitaciones, desde su pequeña pantalla hasta hasta la obligatoriedad de mirar hacia abajo para consultarlo.
Ante estas limitaciones, esta experta ha señalado que la atención sanitaria del futuro se asentará en la integración de tecnologías como los wearables o los sistemas de realidad aumentada, es decir, aquellos dispositivos que combinan el entorno físico del mundo real con elementos virtuales, lo que facilita al usuario efectuar acciones cotidianas de su actividad diaria.
En este punto es donde entra en juego el término Quantified Self, una técnica por la que todos los datos recogidos por los dispositivos tecnológicos y almacenados por el Big Data, se aúnan y pasan por un proceso de análisis que deriva en una mejora de la calidad asistencial del paciente.