Este sábado se celebra el Día Mundial Contra el Cáncer y Saludigital realiza un repaso a las seis principales tecnologías innovadoras que a día de hoy están ayudando a combatir esta enfermedad:
QUIMIOTERAPIA
La agresividad de la quimioterapia provoca efectos secundarios como malestar general, vómitos, mareos y un compendio de molestias difícilmente soportables
La quimioterapia es el método más utilizado para intentar destruir el cáncer. No obstante, la agresividad de este tratamiento provoca efectos secundarios como malestar general, vómitos y mareos, así como un compendio de molestias difícilmente soportables. Estas consecuencias se producen porque la quimioterapia, aparte de actuar contra las células tumorales, también ataca a gran parte de las sanas; de modo que las consecuencias negativas para el organismo resultan evidentes. Aun así, deben considerarse “mínimas” comparadas con los beneficios que produce la quimio a la hora de combatir tumores. 
Dentro de esta forma de terapia, hace unos meses un equipo de investigadores canadienses dio motivos para la esperanza al anunciar que trabajaban con una nanopartícula que, según sus desarrolladores, es capaz de ‘seleccionar' mejor las células tumorales, de manera que la quimioterapia puede aplicarse sólo sobre dichas células, salvando muchos de los ya mencionados efectos secundarios. Este avance se encuentra en una etapa inicial de experimentación y estudio, por lo que todavía no se ha extrapolado a la práctica clínica.
PET/CT IMAGING
A la hora de detectar un cáncer, el paciente se expone a un peligroso nivel alto de radiaciones que puede llevar asociado complicadas consecuencias. Por eso, las tecnologías actuales también persiguen reducir, en la medida de lo posible, la dosis de exposición. En 2013 se dio un gran salto en este aspecto gracias al sistema que lanzó al mercado la empresa Philips, un aparato que emite la mitad de radiaciones que el resto. El dispositivo se denomina PET/CT Imaging y su escáner está valorado en unos 2.000 dólares.
MAMMI PET
El riesgo de detectar el tumor en una etapa demasiado avanzada siempre se encuentra presente. Contra este problema, en el cáncer de mama, una empresa valenciana desarrolló hace pocos años un sistema de detección precoz, que llamaron Mammi PET, especialmente hábil para hallar la presencia de minúsculas células tumorales en el pecho y regiones anexas, como las costillas y los ganglios. La técnica, además, acaba con el aplastamiento longitudinal y distal de las mamas que se produce con los mamógrafos convencionales.
Mientras que la mayor parte de máquinas detecta este tipo de tumores cuando superan el tamaño mínimo de un centímetro, este diseño los localiza a partir del milímetro y medio. Según la propia compañía, posee un 98,5% de eficacia y ya se está aplicando en clínicas de varias ciudades.
NANORROBOTS
Un auténtico batallón de nanorrobots dispuestos a servir a la tecnología sanitaria frente al cáncer. Es lo que consiguió un equipo de científicos de la norteamericana universidad de Harvard a mediados del año 2014. Consistía en un multitudinario batallón compuesto de nanoporfirinas, minúsculas partículas capaces de viajar por el cuerpo rastreando células tumorales para, una vez localizadas, inocularles los fármacos que terminen con ellas.
La nanoporfirina detecta las células cancerígenas y les inyecta el fármaco
Ya hace tiempo que la nanorrobótica se está definiendo como una de las tecnologías más adecuadas cuando se quiere trabajar a pequeña escala. Porque el uso y beneficio resulta doble: la nanoporfirina detecta las células cancerígenas, es decir, realiza el diagnóstico; y, al inyectar el fármaco, aplica el tratamiento determinado para eliminar la enfermedad. DETECCIÓN CON UNA GOTA DE SANGRE
Se trata de una tecnología creada en el Instituto de Ciencias Fotónicas de Castelldefels, en Barcelona, consistente en un nanochip de partículas de oro que está ayudando a detectar el cáncer. Los investigadores detrás de este avance únicamente necesitan una gota de sangre del paciente y en pocos minutos la analizan para emitir un diagnóstico.
El factor tiempo resulta crucial de cara a batallar contra la extensión de un tumor y que no se produzca metástasis. Este nanochip consigue lo que muy pocos y es que detecta el cáncer de forma muy precoz, cuando este sólo ha afectado a muy pocas células. Además, esta tecnología tiene un coste bajo y se prevé que pueda ser llevada a hospitales y centros oncológicos con relativa facilidad.
USO DEL BIG DATA
El cruce y análisis de datos masivos han posibilitado desarrollar una herramienta de ayuda para los facultativos en el momento de tomar decisiones personalizadas para casa enfermo a la hora de establecer los parámetros de tratamientos oncológicos. El hallazgo completo del genoma humano ha propiciado que grandes y pequeños laboratorios logren regular de forma individualizada los tratamientos. La utilización de distintos fármacos en proporciones diferentes ha significado un gran avance para las personas con cáncer.