Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (Estados Unidos) ha desarrollado un sistema que permite observar el dolor del paciente en tiempo real. Esta tecnología, explican sus creadores, podría ser muy útil para medir el dolor de forma objetiva e identificarlo en aquellos pacientes que tienen problemas para comunicar sus síntomas.
El equipo, que consta de gafas de realidad aumentada para el médico y un casco que contiene sensores cerebrales para el paciente, se basa en la inteligencia artificial para convertir los datos de la actividad cerebral para que el profesional de la Medicina pueda evaluar los niveles de dolor.
"En los seres humanos resulta muy difícil medir y expresar el dolor, incluidas sus expectativas y la ansiedad asociada"
En la actualidad, es complejo medir los niveles de dolor con precisión. En algunos casos, como los niños o los pacientes con desafíos emocionales, a veces resulta prácticamente imposible describir con precisión su dolor. "En los seres humanos resulta muy difícil medir y expresar el dolor, incluidas sus expectativas y la ansiedad asociada", ha dicho Alex DaSilva, uno de los investigadores involucrados en el estudio. "En este momento, tenemos un sistema de calificación del uno al 10, pero este baremo está lejos de ser una medición fiable y objetiva del dolor", ha añadido.
La nueva tecnología tiene como propósito fundamental facilitar una representación visual de la actividad cerebral asociada con el dolor, de forma que los médicos puedan evaluar los niveles de dolor en sus pacientes. Bautizado con el nombre de realidad clínica aumentada e inteligencia artificial (CLARAi, por sus siglas en inglés clinical augmented reality and artificial intelligence), el sistema involucra a los pacientes que usan un gorro como sensor, capaz de medir los cambios en la oxigenación y el flujo sanguíneo para evaluar la actividad cerebral en respuesta al dolor.
Acto seguido, los datos son interpretados por un sistema de inteligencia artificial que pueden aprender qué señales cerebrales están vinculadas a la respuesta al dolor. Así, un profesional sanitario puede ver los resultados utilizando las gafas de realidad aumentada, donde una sucesión de puntos rojos y azules indican la ubicación e intensidad del dolor en un cerebro virtual.
Los especialistas entrenaron el sistema de inteligencia artificial utilizando a 21 pacientes voluntarios en los que provocaron una respuesta al dolor al aplicar frío en los dientes. De este modo, los investigadores encontraron que su sistema podía predecir la presencia o ausencia de dolor en, aproximadamente, el 70% del tiempo. No obstante, se han mostrado optimistas y han anunciado que los resultados, probablemente, podrían mejorarse.