El cáncer de páncreas es uno de los más agresivos, por lo que su cirugía es compleja y no está exenta de complicaciones y de efectos adversos, tal como indica la Asociación Cáncer de Páncreas. Tanto el quirófano como la quimioterapia siguen siendo, sin embargo, los tratamientos más habituales para abordar estos tumores. Aunque son pocos los casos en los que se puede recurrir a la intervención: debido a la posición estratégica del órgano en el abdomen y de que en las primeras fases de la enfermedad los síntomas pasan desapercibidos,normalmente se extiende rápidamente y cerca del 80% de los diagnósticos llegan cuando el tumor ya está metastásico y la intervención es inviable. Aún no existe ninguna técnica que pueda resolver estos problemas, pero sí la hay para aquellos casos en los que, por alguna contraindicación, enfermedad asociada, o un riesgo anestésico demasiado alto la cirugía está contraindicada.
Con un tubo flexible que se introduce por la boca, explica el especialista “se accede al intestino a través del tracto digestivo, porque el páncreas está próximo a esa zona”. Una vez ahí, se pincha con una aguja donde está la lesión, y se destruyen las células del tumor gracias al calor de la radiofrecuencia.
“Lo que se ofrece con esta tecnología es un tratamiento que puede alcanzar con el tiempo una tasa de éxito similar a la cirugía, pero sin el riesgo de la anestesia”. En este sentido, señala Mora, al paciente se le interviene con sedación médica, no es necesario abrir el abdomen y, por tanto, tiene muchas menos complicaciones.
A pesar de las buenas perspectivas y los resultados satisfactorios que hasta el momento se han conseguido, el médico insiste en que de momento la radiofrecuencia con ecoendoscopia no es más que una alternativa a la cirugía, la principal selección terapéutica de los especialistas. “Se puede decir que es una técnica que se está probando, pero, en el cáncer de hígado, donde hay más experiencia con ella, sí que se ha comprobado que los resultados son buenos. Se ha extrapolado a los pacientes con tumores pancreáticos, pero de momento de esta enfermedad se han tratado muy poquitos casos”.
BAJA INCIDENCIA, ALTA MORTALIDAD
Cada año se diagnostican alrededor de 338.000 casos nuevos de cáncer de páncreas (el 60% en países desarrollados), según datos de la Asociación Cáncer de Páncreas. En Europa, el número de pacientes está en torno a 104.000 y en España aproximadamente 4.000 personas son diagnosticadas cada año. Esta cifra representa el 2.2% de los tumores masculinos (2.129 casos) y el 2,7% de los femeninos (1.750).
Por tanto, la incidencia española se puede considerar media (tasa ajustada mundial en 2002: 6,6 nuevos casos/100.000 habitantes/año en hombres y 3,9 en mujeres), pero con un ascenso muy importante que se inició en los años 50 y continúa en la actualidad. A nivel europeo, el cáncer de páncreas es el séptimo más frecuente, y la mayoría de ellos se diagnostican entre los 65 y los 75 años.
Es también uno de los tumores más agresivos, y tiene una tasa de supervivencia pobre (en ningún país del mundo supera el 10% a cinco años), debido a que a menudo se diagnostica en una etapa muy avanzada, como recuerda el especialista. La supervivencia en España es similar a la media europea y se sitúa en torno al 4% para los hombres y al 5% para las mujeres. No obstante, los pacientes diagnosticados a tiempo para una intervención quirúrgica salen considerablemente mejor y tienen más del 30% de posibilidades de superar más de cinco años.
"Como cualquier técnica que empieza, hasta que no evolucione tampoco se puede garantizar la fiabilidad"
Uno de los primeros centros españoles en incorporar la tecnología, un aparato de ecoendoscopia con radiofrecuencia, es el Hospital Universitario La Paz. Es una técnica que, como resalta Pedro Mora, director de la Unidad de Agudos del Servicio de Aparato Digestivo del hospital madrileño, “está empezando. Apenas se ha utilizado en unas pocas ocasiones tanto en España como en Europa. Como cualquier técnica que empieza, hasta que no evolucione más tampoco se puede garantizar la fiabilidad y el 100% de éxito”. En cualquier caso, hasta ahora “ha tenido resultados positivos”. Con un tubo flexible que se introduce por la boca, explica el especialista “se accede al intestino a través del tracto digestivo, porque el páncreas está próximo a esa zona”. Una vez ahí, se pincha con una aguja donde está la lesión, y se destruyen las células del tumor gracias al calor de la radiofrecuencia.
“Lo que se ofrece con esta tecnología es un tratamiento que puede alcanzar con el tiempo una tasa de éxito similar a la cirugía, pero sin el riesgo de la anestesia”. En este sentido, señala Mora, al paciente se le interviene con sedación médica, no es necesario abrir el abdomen y, por tanto, tiene muchas menos complicaciones.
A pesar de las buenas perspectivas y los resultados satisfactorios que hasta el momento se han conseguido, el médico insiste en que de momento la radiofrecuencia con ecoendoscopia no es más que una alternativa a la cirugía, la principal selección terapéutica de los especialistas. “Se puede decir que es una técnica que se está probando, pero, en el cáncer de hígado, donde hay más experiencia con ella, sí que se ha comprobado que los resultados son buenos. Se ha extrapolado a los pacientes con tumores pancreáticos, pero de momento de esta enfermedad se han tratado muy poquitos casos”.
La supervivencia en España es similar a la media europea y se sitúa en torno al 4% para los hombres y al 5% para las mujeres
Por ese motivo, Mora considera que los demás hospitales españoles irán incorporando la tecnología “a medida que vayan teniendo oportunidades”, pero que la implantación será muy poco a poco. “El cáncer de páncreas no es de los tumores más frecuentes, hay pocos casos, y la radiofrecuencia endoscópica se reserva para cuando la cirugía es imposible. No creo que haya un desarrollo grandísimo, pero ahora que tenemos esta técnica, se puede ofrecer como alternativa a los pacientes”. BAJA INCIDENCIA, ALTA MORTALIDAD
Cada año se diagnostican alrededor de 338.000 casos nuevos de cáncer de páncreas (el 60% en países desarrollados), según datos de la Asociación Cáncer de Páncreas. En Europa, el número de pacientes está en torno a 104.000 y en España aproximadamente 4.000 personas son diagnosticadas cada año. Esta cifra representa el 2.2% de los tumores masculinos (2.129 casos) y el 2,7% de los femeninos (1.750).
Por tanto, la incidencia española se puede considerar media (tasa ajustada mundial en 2002: 6,6 nuevos casos/100.000 habitantes/año en hombres y 3,9 en mujeres), pero con un ascenso muy importante que se inició en los años 50 y continúa en la actualidad. A nivel europeo, el cáncer de páncreas es el séptimo más frecuente, y la mayoría de ellos se diagnostican entre los 65 y los 75 años.
Es también uno de los tumores más agresivos, y tiene una tasa de supervivencia pobre (en ningún país del mundo supera el 10% a cinco años), debido a que a menudo se diagnostica en una etapa muy avanzada, como recuerda el especialista. La supervivencia en España es similar a la media europea y se sitúa en torno al 4% para los hombres y al 5% para las mujeres. No obstante, los pacientes diagnosticados a tiempo para una intervención quirúrgica salen considerablemente mejor y tienen más del 30% de posibilidades de superar más de cinco años.