“Una mano como la de Iron Man, Batman o incluso inspirada en la película Frozen”. Habla con SaludigitalGlòria Macià, la ingeniera biomédica detrás de la prótesis de mano “mil veces más barata”; fabricarla cuesta tan sólo siete euros. A esta investigadora le acaban de conceder una de las becas que la red de emprendedores Toptal STEM Scholarship for Women otorga a mujeres científicas cuyo trabajo “persigue tener un impacto social”, como cuenta Glòria al otro lado del teléfono.
“Las prótesis llegan a niños de India y de países de América Latina como Venezuela”. En la Pompeu Fabra de Barcelona, con la coordinación de Macià, ya se ha realizado este tipo de iniciativa solidaria. “Se trata de ayudar y darlo a conocer, para que así más personas se sumen y ayuden”, resume la ingeniera, que recuerda cómo en Estados Unidos, mientras terminaba sus estudios, conoció la iniciativa y desde el primer momento, reconoce, “quise traérmela para reproducirla aquí”.
LLEGA A ESPAÑA
La actividad que se ha realizado en la universidad catalana, en la que ha participado un grupo de niñas de instituto, es la primera acción de este “challenge” que se lleva a cabo en España y la segunda en toda Europa (“sólo hay un precedente, en Holanda”). “Les explicamos a las alumnas que sus prótesis fabricadas iban a terminar mejorando la vida de niños reales y, desde el primer momento, la implicación y el entusiasmo de las chicas fue enorme”, asegura Macià.
Preguntada acerca del proceso de fabricación de una prótesis, Glòria detalla: “Se trabaja a partir de un modelo de prótesis ya diseñado, porque estas plataformas pretenden que todos los prototipos, pese a la apariencia externa distinta de cada uno de ellos, acaben siendo igual de útiles y prácticos”. Entonces, se adapta dicho prototipo según las medidas del niño que la recibirá y la decoración (dibujos, motivos, colores…) que ha elegido. Luego, se realiza la impresión 3D (“tarda en torno a diez horas, dependiendo de las dimensiones del futuro receptor”) y son ensambladas las piezas. “Una vez terminadas”, concluye Macià, “las prótesis viajan a Estados Unidos, desde donde se envían a los niños de estos países con menos recursos”.
IMPRESIÓN 3D
Dentro de la ingeniera biomédica, existen dos tendencias muy claras. Las señala la investigadora de la Pompeu: “Innovación y accesibilidad”. Comparados con otras prótesis del mercado, Glòria califica los prototipos surgidos de estas acciones solidarias como “rudimentarios”. “Pero es que no pretenden ser innovadores ni punteros”, argumenta, ya que “el punto fuerte de nuestras prótesis es su fabricación sencilla y barata, que hace que puedan llegar a todo el mundo”. El crecimiento de los menores obliga a que cambien de prótesis cada uno o dos años, “no es como un adulto que adquiere una y le sirve de por vida”; que comprarlas no resulte caro supone un beneficio importantísimo.
BENEFICIOSA PARA EL NIÑO
“No cabe duda de que mejora muchísimo la calidad de vida de quien antes no tenía mano o brazo”, dice esta ingeniera biomédica. Asimismo, el hecho de llevar una prótesis que “él mismo ha diseñado” aporta un valor añadido, “porque el niño ve que se ha hecho realidad lo que dibujó”. Macià considera que “de entrada, esto ya le gusta y, además, al estar impresa con tecnología 3D, ve su prótesis como algo guay”. Y a nivel de integración social supone “un impulso muy grande”. “Porque el niño no se avergüenza de ir al colegio así”, afirma Glòria, que cita casos en los que han sido los propios compañeros de clase del receptor quienes han montado la prótesis para su mano.
IMPRESORA 3D PROPIA
La beca que le han concedido a Macià se compone de una dotación económica y de la figura de un mentor, que “espero me ayude a seguir desarrollando estos cursos y talleres”. Con el dinero recibido, Glòria se ha comprado su propia impresora 3D. “En cuanto llegue por correo, la monto”, concluye con entusiasmo, decidida a seguir trabajando para echar una mano y todas las que pueda a esos niños que más la necesitan.
E-nabling The Future y Hand Challenge son dos plataformas solidarias que fabrican prótesis de mano para niños de todo el mundo
Pero, volviendo al principio, ¿una mano como la de Iron Man? “Sí, la prótesis puede personalizarse”, responde Macià, que se explica, “de hecho, el proceso de confección es como sigue: el niño que necesita la prótesis envía un dibujo de cómo querría que ésta fuese y a partir de ahí, una vez ensamblada y ajustadas las medidas a las dimensiones del chico, la decoramos y pintamos para que quede lo más parecida posible al boceto inicial”. Así funcionan los grupos de trabajo de E-nabling The Future y Hand Challenge, dos iniciativas solidarias (en las que esta joven ingeniera colabora) que se dedican a elaborar prótesis de mano para niños de todo el mundo que carecen de los medios para adquirirlas. En el caso de la segunda de las plataformas, además, son alumnos de Secundaria quienes realizan el diseño de las prótesis a través de talleres y cursos de verano.“Las prótesis llegan a niños de India y de países de América Latina como Venezuela”. En la Pompeu Fabra de Barcelona, con la coordinación de Macià, ya se ha realizado este tipo de iniciativa solidaria. “Se trata de ayudar y darlo a conocer, para que así más personas se sumen y ayuden”, resume la ingeniera, que recuerda cómo en Estados Unidos, mientras terminaba sus estudios, conoció la iniciativa y desde el primer momento, reconoce, “quise traérmela para reproducirla aquí”.
LLEGA A ESPAÑA
La actividad que se ha realizado en la universidad catalana, en la que ha participado un grupo de niñas de instituto, es la primera acción de este “challenge” que se lleva a cabo en España y la segunda en toda Europa (“sólo hay un precedente, en Holanda”). “Les explicamos a las alumnas que sus prótesis fabricadas iban a terminar mejorando la vida de niños reales y, desde el primer momento, la implicación y el entusiasmo de las chicas fue enorme”, asegura Macià.
Preguntada acerca del proceso de fabricación de una prótesis, Glòria detalla: “Se trabaja a partir de un modelo de prótesis ya diseñado, porque estas plataformas pretenden que todos los prototipos, pese a la apariencia externa distinta de cada uno de ellos, acaben siendo igual de útiles y prácticos”. Entonces, se adapta dicho prototipo según las medidas del niño que la recibirá y la decoración (dibujos, motivos, colores…) que ha elegido. Luego, se realiza la impresión 3D (“tarda en torno a diez horas, dependiendo de las dimensiones del futuro receptor”) y son ensambladas las piezas. “Una vez terminadas”, concluye Macià, “las prótesis viajan a Estados Unidos, desde donde se envían a los niños de estos países con menos recursos”.
IMPRESIÓN 3D
Dentro de la ingeniera biomédica, existen dos tendencias muy claras. Las señala la investigadora de la Pompeu: “Innovación y accesibilidad”. Comparados con otras prótesis del mercado, Glòria califica los prototipos surgidos de estas acciones solidarias como “rudimentarios”. “Pero es que no pretenden ser innovadores ni punteros”, argumenta, ya que “el punto fuerte de nuestras prótesis es su fabricación sencilla y barata, que hace que puedan llegar a todo el mundo”. El crecimiento de los menores obliga a que cambien de prótesis cada uno o dos años, “no es como un adulto que adquiere una y le sirve de por vida”; que comprarlas no resulte caro supone un beneficio importantísimo.
Las prótesis se fabrican mediante impresión 3D
En cuanto a movimientos, estos dispositivos posibilitan al usuario plegar todos los dedos de la mano y girar la muñeca, “algo que hace posible gestos tipo gancho”. Hay, además, varios diseños y prototipos en función del receptor de la prótesis. “Porque no es lo mismo”, detalla Macià, “la prótesis de una persona que tiene movilidad en la muñeca que la de alguien que sólo posee el brazo hasta la articulación del codo o la de una persona que únicamente conserva el hombro”. BENEFICIOSA PARA EL NIÑO
“No cabe duda de que mejora muchísimo la calidad de vida de quien antes no tenía mano o brazo”, dice esta ingeniera biomédica. Asimismo, el hecho de llevar una prótesis que “él mismo ha diseñado” aporta un valor añadido, “porque el niño ve que se ha hecho realidad lo que dibujó”. Macià considera que “de entrada, esto ya le gusta y, además, al estar impresa con tecnología 3D, ve su prótesis como algo guay”. Y a nivel de integración social supone “un impulso muy grande”. “Porque el niño no se avergüenza de ir al colegio así”, afirma Glòria, que cita casos en los que han sido los propios compañeros de clase del receptor quienes han montado la prótesis para su mano.
IMPRESORA 3D PROPIA