La ‘deep web’ o “Internet profunda” es aquella parte de la red de redes, desconocida por muchos y en la que las actividades delictivas pueden campar a sus anchas. Muchos expertos se refieren a ella de manera coloquial como el lugar donde está “lo peor de cada casa”.
Las actividades ilícitas encuentran aquí un escenario idóneo para desarrollarse. Desde un punto de vista más informático y técnico, los expertos desaconsejan su uso, ya que además suele ser fácil infectar con virus los dispositivos a través de los que se accede. El ámbito de la salud es también una víctima más de la “Internet profunda”, en este caso sobre todo en cuanto a la venta ilegal de medicamentos y drogas, cuya venta puede suponer un riesgo para la salud pública.
En 2018 se cumplen diez años desde el inicio de la Operación Pangea contra la venta ilegal de medicamentos sobre todo en el ámbito online
Los sedantes, antidepresivos y otras drogas son habituales en este mercado negro. Las fuerzas de seguridad que trabajan para combatir este tipo de actividades ilícitas encuentran en la “Internet profunda” el espacio para desarrollar parte de sus operaciones contra este contrabando.
En 2018 se cumplen diez años desde el inicio de la Operación Pangea contra la venta ilegal de medicamentos. Fue puesta en marcha por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para combatir este tipo de actividades irregulares. Hasta ahora se ha ido desarrollando con una periodicidad anual cada vez en más países y con la colaboración de la Organización Mundial de Aduanas, del Foro Permanente sobre Delitos Farmacológicos Internacionales así como de otras organizaciones internacionales.
El objetivo principal de la Operación Pangea es el de combatir el fenómeno de la publicidad, venta y suministro ilegal de medicamentos, productos sanitarios y dispositivos médicos, en particular los falsificados o no sujetos a licencia a través de Internet.
La propaganda, venta y suministro de medicamentos fuera de los canales autorizados se está convirtiendo en una actividad delictiva global, constituyendo un riesgo para la salud mundial y ligada, en muchos casos, a la delincuencia organizada de carácter transnacional.
Las principales conductas asociadas a estos ilícitos son: elaboración clandestina, importación ilegal, desvío de medicamentos de los canales regulares de distribución, falsificación de medicamentos y distribución irregular de estos productos. Todas estas conductas están tipificadas como delitos tanto en el Código Penal español como en la Ley de Contrabando, así como infracciones administrativas contempladas en la Ley de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios y en la normativa complementaria.
A finales del año pasado, la Operación Pangea X se había saldado con alrededor de 400 detenciones en todo el mundo y la incautación de medicinas potencialmente peligrosas por valor de más de 51 millones de dólares. Policías de 123 países han investigado 3584 páginas web en las que se ofrecían estas mercancías ilícitas, llegando a la incautación de un número récord de 25 millones de medicamentos ilícitos y falsificados en todo el mundo.
La Unidad de Investigación Tecnológica de la Policía Nacional ha contribuido a la Operación Pangea con el desarrollo de cuatro operaciones en España. Estas actuaciones han propiciado la detención de seis personas y la incautación de gran cantidad de medicamentos que eran vendidos de forma ilegal a través de Internet. Las sustancias intervenidas en nuestro país pertenecen a dos tipos: para tratar la disfunción eréctil y para adelgazar. Tras recopilar y analizar gran cantidad de información sobre la venta ilegal en España de los medicamentos ilícitos, los agentes hicieron un seguimiento de los envíos que los investigados venían efectuando a todo el territorio nacional, logrando con ello la identificación de los presuntos responsables de los mismos.
Una vez identificados plenamente los sospechosos de realizar dicha actividad ilegal, se procedió a su localización y detención en La Coruña, Cáceres, Barcelona y Madrid, y al registro de los cuatro domicilios en los que residían.