El proceso de donación y trasplante de órganos que actualmente se desarrolla en España está considerado como el mejor del mundo. Así al menos lo indican las últimas cifras anunciadas por la Organización Nacional de Trasplante (ONT). A pesar de ello, este procedimiento se mantiene en constante actualización, abierto en todo momento a la incorporación de cuantas más mejoras posibles con el fin de prolongar las características vitales de los órganos y aumentar la supervivencia de la persona trasplantada.
Uno de los ámbitos en los que se está poniendo más empeño es en la investigación y en el desarrollo de innovaciones tecnológicas que se puedan aplicar en la práctica clínica. Precisamente éste ha sido uno de los asuntos que han protagonizado varios debates en el 5º Congresode la Sociedad Española de Trasplante (SET), encuentro celebrado el 30 de junio y el 1 de julio en Madrid y que ha contado con la asistencia de numerosos expertos y profesionales.
Las máquinas de preservación de órganos "consiguen prolongar el tiempo de isquemia fría"; sin embargo, el proceso es costoso: de los 2.000 euros por hora de conservación de un riñón hasta los 35.000 euros de un corazón
Uno de los intervinientes ha sido el doctorMarcos López Hoyos. El secretario de la SET ha compartido con SaluDigital algunas de las impresiones recogidas en la cita, las cuáles tratan de ir un paso más allá de las actuales herramientas que se emplean en el proceso completo de donación y trasplantes en España.
MÁQUINAS DE PRESERVACIÓN
La innovación más reciente se trata de las nuevas máquinas de preservación de órganos. Éstas, que se están introduciendo poco a poco en los hospitales públicos españoles, “consiguen ampliar o prolongar el tiempo de isquemia fría”, aquel periodo que transcurre entre que el órgano del donante deja de recibir suministro de sangre o el que recoge se reduce hasta que se restaura el mismo.
Según el órgano, este tiempo que se cuenta en horas puede variar. Por ejemplo, López Hoyos detalla que “en el corazón es de cuatro horas aproximadamente, unas siete horas en el pulmón y algo más en el riñón o el hígado”. En todo caso, se trata de un tiempo “vital” ya que pueden producirse problemas en el traslado del órgano de un centro a otro. En el caso de los pacientes pediátricos, “la isquemia no se puede prolongar” por lo que ocurre que “muchas veces los órganos no se pueden emplear”.
El doctor López Hoyos destaca que hay aproximaciones "más fáciles de conseguir" que la creación de órganos sintéticos por impresión 3D; por ejemplo, la regeneración celular
Actualmente, para el trasplante de pulmón sólo hay tres centros en España con este tipo de máquinas: el Hospital Universitario Reina Sofía (Córdoba), el Hospital Puerta Hierro-Majadahonda (Madrid) y el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Santander). Para el corazón, informa el secretario de la SET, “también hay alguna máquina”; con respecto al riñón “ya llevamos un tiempo con ello, hay experiencias”; pero para el hígado “aún no hay máquinas que se puedan emplear para uso público”.
OTRAS INNOVACIONES
En otra de las ponencias del congreso de la SET se ha hablado de otras innovaciones que están por llegar. Por ejemplo, aplicar medicación en el líquido de conservación cuando el órgano está en la máquina para mejorar su función y evitar que se desarrollen infecciones en el inmediato post trasplante. No obstante, Marcos López Hoyos recalca que se tratan de “aproximaciones para las cuáles no hay evidencia científica aún”.
Mientras, desde el punto de vista del laboratorio clínico, el doctor comenta como los profesionales están generando in vitrocélulas T reguladoras (denominadas Tregs) para el paciente que logra “evitar la respuesta inmunitaria que induce el rechazo de órganos, mediante una imnunosupresión farmacológica más dirigida, selectiva y sin tantos efectos adversos”. Se trata, en todo caso, de inmunoterapias que están “en fases muy preclínicas”.
El sector aspira a mejorar "la supervivencia del injerto y del paciente trasplantado a largo plazo" así como la obtención de biomarcadores que informen sobre cómo se va a comportar el órgano
La línea por la que está discurriendo la investigación, avanza López Hoyos, es por la “regeneración celular, por la reposición de un tipo de célula concreta en un sitio concreto”. A pesar de que es consciente de las últimas creaciones, relativas al desarrollo de órganos sintéticos completos utilizando la impresión 3D, el doctor advierte que “no podemos decir que esto llegue en un futuro cercano, es más difícil”. En su lugar, incide en que “hay aproximaciones más fáciles de conseguir”.
El secretario de la SET apunta que uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector es lograr que se mejore “la supervivencia del injerto y del propio paciente trasplantado a largo plazo”. Igualmente, indica que se aspira a obtener biomarcadores “que nos digan el pronóstico que va a tener un paciente y su órgano trasplantado, que desde un primer momento sepamos cómo se va a comportar para prevenir e ir por delante del proceso patológico”.
Como reflexión final, Marcos López Hoyos anota que formar parte de una sociedad científica, que se preocupa de los avances científicos y tecnológicos, le hace reclamar a las administraciones “que apueste por la investigación, la innovación en medicina y que se potencie ésta en el campo de los trasplantes”. Ser una de las potencias mundiales en este campo, es lo que requiere.