En los últimos años el desarrollo científico y tecnológico de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) se ha traducido en un incremento de la supervivencia de los pacientes, que en la actualidad se sitúa en más del 90%. En este contexto, los profesionales de las unidades de pacientes críticos han impulsado un proyecto de humanización de la asistencia que involucra a pacientes, familiares y profesionales sanitarios. En este sentido, la capacidad de dar respuesta a las necesidades humanas y emocionales de todos los implicados en una UCI y el valor que aporta la tecnología a la tranquilidad del proceso asistencial es el eje del simposio Innovación tecnológica para humanizar las UCIS organizado por Philips, en el marco del LII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc) que se ha celebrado en Madrid del 18 al 21 de junio.
En este entorno, la tecnología se convierte en elemento esencial para el proceso de transformación del sistema sanitario, adaptándolo a las necesidades de los pacientes y no en función de las enfermedades.En opinión del doctor Gabriel Heras, médico adjunto de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Torrejón de Ardoz y creador del proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos en la UCI, "el desarrollo de los Servicios de Medicina Intensiva en España ha sido absolutamente relevante en los últimos años, pero es necesario resituar a los pacientes y a las personas en el centro del sistema, revisando la atención a los pacientes, a las familias y analizar las necesidades de los profesionales".
En este contexto, la tecnología se está revelando como una ayuda al reto de humanizar la sanidad. La tecnología, los procesos y las personas están proporcionando cada vez más evidencias sobre el impacto positivo de la humanización de la sanidad, no sólo en la experiencia del paciente sino también en la satisfacción de los profesionales y la calidad de la atención sanitaria. De hecho, en opinión del doctor Heras, "la inversión en tecnología ha permitido aumentar de forma exponencial la supervivencia. Los proyectos de innovación avanzan más rápido y se anticipan a las necesidades de los pacientes y profesionales de las unidades de críticos. Por eso, el reto en las UCIs no es la tecnología, es humanizar la atención y hacer la tecnología más humana".
TECNOLOGÍA PARA HUMANIZAR
En el caso de las UCIs, se están implementando sistemas para la gestión de alarmas que ayudan a reducir la irritación y frustración en el personal sanitario, que atiende una media de 300 alarmas por paciente y día y permite a los pacientes descansar de forma adecuada. Las soluciones IntelliVue Guardian Software o CareEvent de Philips ayudan a mejorar la gestión de alarmas, permiten implementar nuevos modelos de atención, configurar alarmas inteligentes y realizar un escalado y distribución de alarmas adecuados.
En el caso de los episodios de delirio y alucinaciones, confusión o desorientación, presentes en alrededor del 80% de los pacientes ingresados en unidades de cuidados críticos, la compañía tecnológica ha diseñado la solución VitalMinds que consiste en un conjunto de dispositivos, software y procesos, de manera que una correcta gestión de elementos como la luz (respetando el ciclo circadiano) y el sonido (reduciendo los niveles de ruido en el entorno del paciente), permiten reducir estos episodios.
Todas estas líneas de actuación, en el que ya están inmersas la práctica totalidad de las unidades hospitalarias españolas, pretenden tal y como señala el doctor Heras, "convertir a la UCI en un lugar más amable para los pacientes y rehumanizar la forma de actuación y de pensar en el sistema sanitario". La estrategia de humanización impulsada por las UCIs desde el año 2014, supone además para este experto "una plataforma para humanizar la atención sanitaria en general que ya se está adoptando en otras especialidades clínicas".
"Es necesario resituar a las personas en el centro del sistema, revisando la atención a los pacientes, a las familias y analizar las necesidades de los profesionales"
El papel protagonista del paciente, como eje central del Sistema Nacional de Salud (SNS), es una estrategia de actuación que ya han adoptado el 60% de las UCIs en España y que se ha traducido en el diseño de procesos, tecnología y protocolos centrados en el paciente que impactan en la calidad asistencial, la seguridad y la eficiencia de la atención sanitaria.En este entorno, la tecnología se convierte en elemento esencial para el proceso de transformación del sistema sanitario, adaptándolo a las necesidades de los pacientes y no en función de las enfermedades.En opinión del doctor Gabriel Heras, médico adjunto de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Torrejón de Ardoz y creador del proyecto Humanizando los Cuidados Intensivos en la UCI, "el desarrollo de los Servicios de Medicina Intensiva en España ha sido absolutamente relevante en los últimos años, pero es necesario resituar a los pacientes y a las personas en el centro del sistema, revisando la atención a los pacientes, a las familias y analizar las necesidades de los profesionales".
En este contexto, la tecnología se está revelando como una ayuda al reto de humanizar la sanidad. La tecnología, los procesos y las personas están proporcionando cada vez más evidencias sobre el impacto positivo de la humanización de la sanidad, no sólo en la experiencia del paciente sino también en la satisfacción de los profesionales y la calidad de la atención sanitaria. De hecho, en opinión del doctor Heras, "la inversión en tecnología ha permitido aumentar de forma exponencial la supervivencia. Los proyectos de innovación avanzan más rápido y se anticipan a las necesidades de los pacientes y profesionales de las unidades de críticos. Por eso, el reto en las UCIs no es la tecnología, es humanizar la atención y hacer la tecnología más humana".
TECNOLOGÍA PARA HUMANIZAR
"Los proyectos de innovación avanzan más rápido y se anticipan a las necesidades de los pacientes y profesionales de las unidades de críticos"
Las estrategias de humanización de la asistencia y de mejora de la relación entre pacientes, familiares y profesionales se han orientado hacia la implantación de medidas para mejorar el bienestar de todos ellos, protocolos de actuación al final de la vida, flexibilización de horarios de visita, prevención del síndrome post-cuidados intensivos o la existencia de infraestructuras y espacios humanizados. De hecho, según los expertos, uno de los secretos del éxito de la tecnología en el futuro, será invertir en el "lado humano" de la tecnología, en el que de verdad ayuda al paciente y al entorno, y no únicamente en la inteligencia artificial con la aspiración de automatizar lo que el hombre ya hace.En el caso de las UCIs, se están implementando sistemas para la gestión de alarmas que ayudan a reducir la irritación y frustración en el personal sanitario, que atiende una media de 300 alarmas por paciente y día y permite a los pacientes descansar de forma adecuada. Las soluciones IntelliVue Guardian Software o CareEvent de Philips ayudan a mejorar la gestión de alarmas, permiten implementar nuevos modelos de atención, configurar alarmas inteligentes y realizar un escalado y distribución de alarmas adecuados.
En el caso de los episodios de delirio y alucinaciones, confusión o desorientación, presentes en alrededor del 80% de los pacientes ingresados en unidades de cuidados críticos, la compañía tecnológica ha diseñado la solución VitalMinds que consiste en un conjunto de dispositivos, software y procesos, de manera que una correcta gestión de elementos como la luz (respetando el ciclo circadiano) y el sonido (reduciendo los niveles de ruido en el entorno del paciente), permiten reducir estos episodios.
Todas estas líneas de actuación, en el que ya están inmersas la práctica totalidad de las unidades hospitalarias españolas, pretenden tal y como señala el doctor Heras, "convertir a la UCI en un lugar más amable para los pacientes y rehumanizar la forma de actuación y de pensar en el sistema sanitario". La estrategia de humanización impulsada por las UCIs desde el año 2014, supone además para este experto "una plataforma para humanizar la atención sanitaria en general que ya se está adoptando en otras especialidades clínicas".