Para que los profesionales de la Medicina efectúen un diagnóstico y un tratamiento eficaz, es necesario que se aúnen determinados factores. Así, elementos como una formación completa y actualizada, el uso oportuno de medicamentos o la aplicación de la tecnología sanitaria más vanguardista facilitarán, en gran medida, la labor de los facultativos.
Componentes esenciales para una óptima práctica médica que, no obstante, necesitan de una pieza más para que la máquina funcione a la perfección: la información del paciente. Por este motivo surgió la historia clínica, un concepto que emana de la Antigua Grecia y que hace referencia a la relación de datos obtenida por los profesionales sanitarios para orientar o determinar el diagnóstico del paciente.
La historia clínica hace referencia a la relación de datos obtenida por los profesionales sanitarios para orientar o determinar el diagnóstico del paciente
La observación directa del paciente, los interrogatorios y las pruebas específicas o de laboratorio son algunas de las vías por las que se recaba la información de los ciudadanos que acuden a consulta. Además, este registro sanitario debe contemplar otra serie de parámetros como los antecedentes familiares y personales, la confirmación del diagnóstico, el tratamiento y la evolución de la enfermedad.
EL ORIGEN DE LA SALUD DIGITAL
Con la llegada a nuestro país de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC), la salud ha experimentado, paulatinamente, un proceso de digitalización. En este contexto y mucho antes de la llegada de los wearables o la impresión 3D, la historia clínica electrónica (HCE), un sistema informático que permite recopilar todos los datos clínicos de un paciente, fue la precursora de esta revolución sanitaria.
Profesionales tan dispares como un médico de Atención Primaria, un enfermero o un cardiólogo pueden disponer de los datos actualizados y pormenorizados de cada paciente
Entre las múltiples ventajas de este procedimiento destacan aspectos como el ahorro significativo de tiempo y costes o la capacidad del sistema para evitar duplicidades. Sin embargo, el principal atributo de la historia clínica electrónica es su acceso compartido a todos los sanitarios. Así, profesionales tan dispares como un médico de Atención Primaria, un enfermero o un cardiólogo pueden disponer de los datos actualizados y pormenorizados de cada paciente.
SITUACIÓN EN ESPAÑA
La Historia Clínica Digital del Sistema Nacional de Salud (HCDSNS) es un proyecto con el que el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad pretende "garantizar a los ciudadanos y los profesionales sanitarios el acceso a toda aquella información clínica relevante para la atención sanitaria de un paciente desde cualquier lugar del SNS".
En el último informe de situación, emitido en noviembre de 2017 por la institución que dirige Dolors Montserrat, se expone que el Sistema Nacional de Salud cuenta con los datos clínicos digitales de un total de 36.180.108 ciudadanos españoles. En otras palabras, todas las comunidades autónomas, a excepción de Cataluña, son emisoras y receptoras de HCE. Así, los servicios autonómicos de Salud y Sanidad actualizan permanentemente una base de datos central de referencias de pacientes.