La compañía de biotecnología especializada en ingeniería de tejidos, Vericel Corporation, dispone de una terapia para ayudar a pacientes con problemas de rodilla, que consiste en la reparación del daño del cartílago.
Para llevar a cabo el procedimiento, denominado MACI, en primer lugar, los médicos realizan una biopsia para extraer una pieza del cartílago de la rodilla sana del paciente. Después, los técnicos del laboratorio extraen células de cartílago, llamadas condrocitos, y las bañan durante 10 días en proteínas y nutrientes para que crezcan más.
A continuación, los técnicos colocan esos condrocitos en una hoja de colágeno biodegradable, creando una película de poco más de una pulgada de ancho y aproximadamente 2 pulgadas de alto. Posteriormente, el médico corta parte de la película y, a través de una pequeña incisión, lo inserta en la rodilla dañada.
La compañía de biotecnología especializada en ingeniería de tejidos, Vericel Corporation, dispone de una terapia para ayudar a pacientes con problemas de rodilla
Las células crecen lentamente a través de la membrana de colágeno, que se disuelve inofensivamente, y luego migran a través del cartílago dañado al hueso. Allí se adhieren y estimulan la producción de cartílago, llenando gradualmente las lagunas y dando como resultado menos dolor y una mejor función de la rodilla.
No obstante, es importante recalcar que es un procedimiento que no puede utilizarse en ciertos casos. Por ejemplo, no es aconsejable en aquellas personas que tienen artrotisis severa en la rodilla, otras afecciones inflamatorias graves, infecciones en la articulación ósea y otros tejidos circundantes, o afecciones de la coagulación sanguínea.
En cuanto a sus efectos secundarios, los más comunes incluyen dolor en las articulaciones, síntomas parecidos al resfriado y dolores de cabeza. Por otro lado, entre los más graves se incluyen lesión de cartílago o menisco, fracaso del tratamiento y osteoartritis.