Como nativos de la era digital, los niños y jóvenes han demostrado actitudes más positivas en relación a la inteligencia artificial (IA). Tanto es así que una encuesta británica de la UCL y el Great Ormond Street Hospital (GOSH) realizada a niños y jóvenes de entre 6 y 23 años estima que la IA debería utilizarse para la atención médica en este grupo demográfico.
La inteligencia artificial ya ha ganado mucho peso en la atención sanitaria moderna. Por ejemplo, destaca el área de radiodiagnóstico, donde se utiliza como herramienta de apoyo para analizar las pruebas por imagen. Es cierto que los radiólogos, incluidos los radiólogos pediátricos, ven con buenos ojos la incorporación de la IA al ámbito clínico, pero hasta ahora no se había tenido en cuenta la opinión de niños y adultos jóvenes sobre la inclusión de esta tecnología para la atención médica.
Ahora la encuesta ha constatado que este grupo poblacional es cauteloso, pero generalmente con una tendencia positiva hacia la aplicación de la inteligencia artificial en la asistencia sanitaria. En concreto, los jóvenes valoraron su capacidad para mejorar la atención y los resultados. No obstante, creen que estas herramientas deben estar supervisadas por los profesionales sanitarios.
"Era importante comprender qué era importante para ellos para que podamos tenerlo en cuenta en el desarrollo de nuevas herramientas y tratamientos"
Esta conclusión se apoya en que los encuestados defienden la existencia de elementos como la empatía y la toma de decisiones éticas en la atención médica. Se trata de unos factores que la IA no puede imitar y, de hecho, las nuevas generaciones responden que prefieren confiar en un ser humano antes que en un ordenador.
Respecto a Radiología y la incorporación de herramientas de IA, creen que las nuevas tecnologías pueden ayudar a encontrar problemas en las radiografías de los huesos, si bien no les importa cuánto tiempo pueden tardar en obtener los resultados. Sin embargo, claman por resultados lo más precisos posibles y siempre con la supervisión de un médico de confianza.
Los resultados de la encuesta ya se han incorporado a la investigación en curso en el GOSH, con el objetivo de evaluar y desarrollar aplicaciones de inteligencia artificial para detectar y describir mejor las fracturas óseas. Todo ello evaluando un gran volumen de datos basado en exploraciones radiográficas de niños y jóvenes de toda Gran Bretaña.
Los niños y jóvenes valoran la supervisión de un ser humano ante el uso de la IA en la atención sanitaria
Susan Shelmerdine, investigadora principal y profesora del Instituto de Salud Infantil del GOSH, y su equipo esperan desarrollar estas herramientas de IA capaces de crear informes escritos directamente a partir de imágenes radiológicas. También buscan nuevas funcionalidades, como permitir que los pacientes realicen preguntas a la IA sobre sus imágenes.
“El número de radiólogos pediátricos capacitados en el Reino Unido es relativamente pequeño, por lo que herramientas como la IA podrían ayudar a mejorar las habilidades de nuestra fuerza laboral para permitir una atención más equitativa para los pacientes que no tienen la opción de visitar hospitales especializados como GOSH”, ha declarado la profesora.
Su estudio ha permitido dar voz a los más jóvenes, ya que ha posibilitado conocer lo que desean en el ámbito clínico: “Fue alentador ver que, cuando se les preguntó, se mostraron positivos respecto del uso de la inteligencia artificial en su atención médica, pero también fue importante comprender qué era importante para ellos, como la supervisión humana, para que podamos tenerlo en cuenta en el desarrollo de nuevas herramientas y tratamientos”, ha añadido.