Los tumores en perros se parecen mucho a los sufridos por humanos
El objetivo del estudio consiste en averiguar por qué los nuevos fármacos que utilizan el sistema inmune del propio paciente para combatir el cáncer son increíblemente prometedores a veces y en otras ocasiones no producen el efecto esperado. Para arrojar luz sobre esta cuestión, que podría suponer un paso de gigante en la lucha contra esta enfermedad, se ha escogido trabajar con perros, ya que el sistema inmunitario canino comparte numerosas similitudes con el humano. Los científicos de estas instituciones necesitan modelos animales que imiten el sistema inmune de las personas para estudiar el efecto de los nuevos fármacos. Y, según los investigadores, no hay mejor referencia que los perros. De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer ha venido realizando ensayos clínicos en canes desde el año 2003, aunque ha sido para probar otras terapias anticancerígenas. Éste de 2017 supondrá el primer intento de la institución de investigar a gran escala la terapia inmune a través del perro.
MEJOR QUE LOS RATONES
Los tumores en perros se parecen mucho a los sufridos por humanos. Analizarlos permitiría hallar por qué las terapias oncológicas más novedosas sólo actúan sobre algunos pacientes. Y es que ambas especies comparten algunas de las mismas mutaciones genéticas que provocan los tumores. Cierto es que la esperanza de vida de ambos (humanos y perros enfermos de cáncer) se ha alargado, pero en los últimos años también ha incrementado la tasa de cáncer.
A diferencia de los perros, los ratones son empleados para estudiar muchas enfermedades, no obstante, estos pequeños roedores no son capaces de evaluar la respuesta inmune humana, ya que tanto sus sistemas como los tumores que presentan resultan extremadamente distintos y, además, no conllevan la complejidad genética de una persona.
MÁS DE 13 MILLONES DE INVERSIÓN
En total serán 13,6 millones de euros los destinados a realizar estos novedosos estudios. La suma procederá de cinco subvenciones y serán también cinco los años para llevar a cabo toda la investigación. Los centros de oncología financiados unirán sus fuerzas a los veterinarios con el objetivo de llegar a desarrollar un “preciso modelo animal que demuestre cómo funcionan las terapias inmunes en humanos”, en palabras de la directora adjunta del programa de investigaciones traslacionales del Instituto Nacional del Cáncer, Toby Hecht. De hecho, algunas farmacéuticas y otros grupos de trabajo ya han reportado éxitos de este tipo de terapias en el tratamiento del cáncer en canes.
Acerca de cómo funcionan los fármacos basados en terapias inmunes, los científicos aseguran que se diseñan con el objetivo de que accionen los frenos del sistema inmunológico que deshabilitan las señales biológicas de las que se acaban aprovechando las células cancerosas pasar desapercibidas dentro del cuerpo.
El objetivo es crear terapias inmunes para la mayoría de tipos de cáncer en 10 años
La Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, sus siglas en inglés) ya ha dado el visto bueno a varios de estos fármacos y se cuentan por cientos los ensayos clínicos testando otros productos en personas. Recientemente, el presidente y director del Centro de Investigaciones de Cáncer Fred Hutchinson, Gary Gilliland, ha comentado que su instituto ha adquirido el compromiso de “entregar terapias inmunes curativas para la mayoría de los tipos de cáncer de aquí a 10 años”.Precisamente, en 2015, fue el Instituto Nacional del Cáncer quien destinó fondos a ocho centros oncológicos para que uniesen fuerzas con clínicas veterinarias y llegaran a secuenciar tumores caninos de seis tipos de cáncer distintos (linfoma de células B, melanoma, cáncer de vejiga, osteosarcoma, glioma y cáncer de mama). Hecht ha informado de que, debido al interés suscitado, se recibieron 17 solicitudes de investigación; la institución ha decidido seguir apostando por esta línea de trabajo.
En setiembre de 2017 se adjudicarán los fondos de forma definitiva. Y si todos los plazos se cumplen, en cinco años, una vez realizados los estudios, todos los datos generados se darán a conocer a través de una base de datos en línea a la que tendrán acceso todos los investigadores que lo deseen.
CRÍTICAS Y POLÉMICA
La experimentación con fines médicos en perros no está exenta de polémica. Muchas personas critican el uso en laboratorio de animales de compañía. Sin embargo, hay cierta unanimidad dentro de la comunidad científica en señalar que a día de hoy no existe otro modo de probar fármacos y vacunas antes de aplicarla en humanos. En cualquier caso, un investigador que quiera investigar con perros primero debe demostrar ante un comité de bioética que no hay otra alternativa, que no puede emplear otro modelo animal. En caso de existir, el permiso se deniega.
En España, también se emplean perros para intentar vencer enfermedades humanas. La Universidad Complutense de Madrid realiza un estudio en canes que padecen una enfermedad parecida a la esclerosis lateral amiotrófica, el problema degenerativo que afecta al físico británico Stephen Hawking. Los perros de raza beagle también han sido utilizados para probar nuevos tratamientos de terapia génica contra el síndrome de Sanfilippo, enfermedad rara que se manifiesta pronto en los niños con síntomas como retraso mental, problemas respiratorios y convulsiones. Éstos son algunos ejemplos de las investigaciones que se han venido realizando. Ahora, el estudio de las terapias inmunes en canes a partir del próximo año aspira a dar un paso fundamental, y quizá definitivo, en la lucha contra el cáncer.