El 20% de la población europea sufre dolor crónico. Si nos vamos a cifras de España, el 32% de los adultos padece algún tipo de dolor y un 11% dolor crónico, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Se trata no solo de un síntoma, sino también de una enfermedad por sí misma. Un problema de salud frecuente cuyo abordaje actualmente está limitado por listas de espera en Unidades del Dolor y fármacos que no solucionan en muchos casos la raíz del problema.
En este contexto aterrizan las nuevas tecnologías para ayudar en el diagnóstico y el tratamiento de estas patologías. Diferentes estudios han demostrado que la inteligencia artificial mejora el dolor del paciente y que, unido a la psicoterapia, hace que estos tratamientos sean “más eficaces y más accesibles, que lleguen a más personas y que supongan menos costes en el sistema sanitario”, indica una investigación publicado en la revista ‘JAMA’.
En los últimos años, además, han aumentado las aplicaciones tecnológicas para el dolor. En la actualidad se está trabajando en aprendizaje automático para el desarrollo de fármacos; en realidad virtual para tratamiento en dolor; y en el descubrimiento de fenotipos de dolor complejo y propiedades que caracterizan estos fenotipos. “Es una realidad muy incipiente, a nivel clínico no hay ningún sistema disponible de inteligencia artificial para el dolor, pero si existen investigaciones en el campo”, explica a Consalud.esLuis Miguel Torres, presidente de la Sociedad Española Multidisciplinar del Dolor (SEMDOR), estos temas serán abordados en III Congreso de la Sociedad del 1 al 3 de junio en Sevilla.
El Big Data permite detecciones más precoces y monitorizar a los pacientes
Una de los avances existentes en este campo es la aplicación ‘PainKey’, desarrollado por tres profesionales especialistas en Dolor y Urgencias del Hospital General de Valencia, Ángeles Celda, enfermera del Servicio de Urgencias; Eva Mateo, jefa de sección de la UCI de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor; y Dolores López Alarcón, jefa de la Unidad del Dolor del Servicio de Anestesia, Reanimación y Terapia del Dolor. Esta app utiliza inteligencia artificial y Big Data para conseguir una atención más precoz de los pacientes.
El Big Data se ha convertido en una herramienta útil para aumentar el conocimiento de las enfermedades y su manejo, abarcando prevención, diagnóstico y tratamiento. La aplicación móvil permite dar a conocer la intensidad, duración y localización del dolor a partir de la voz, de tal manera que los médicos de Urgencias pueden conocer exactamente a lo que se enfrentan de forma rápida y efectiva, lo que evita a los pacientes los tiempos de espera y supone minimizar costes. La utilización del Big Data, además, permitiría monitorizar a los pacientes a través de relojes inteligentes, un paso en el que actualmente también se está trabajando y que se comentará durante el Congreso de SEMDOR.
LA REALIDAD VIRTUAL EN REHABILITACIÓN
Mientras estos avances, aún incipientes, llegan a la práctica clínica, desde hace unos años se cuenta ya con avances en salud digital enla rehabilitación del dolor. La realidad virtual ha demostrado ser capaz de aliviar el dolor y la ansiedad ante cirugías y pruebas médicas. También es capaz de influir en la vía inhibidora del dolor en los seres humanos, la modulación condicionada del dolor, que mejora cuando se muestra a los pacientes escenas de realidad virtual del Ártico.
En marzo de 2022 la Unidad del Dolor Crónico del Hospital Universitario de Getafe implantó la utilización de gafas de realidad en el tratamiento de los pacientes con dolor neuropático localizado severo. Este sistema permite que los pacientes se centren en escenas agradables y olviden que están recibiendo un tratamiento para su patología. Este programa consigue disminuir la angustia que sufrían los pacientes al recibir el tratamiento, lo que aumenta por tanto la tolerancia al mismo y la satisfacción.
Estas terapias poco a poco empiezan a llegar a los pacientes, una situación que supone un cambio importante en beneficio para ellos. “Se está avanzando mucho en el campo de la rehabilitación, un campo en el que hay pocas plazas para los pacientes. Estos usos permiten llevar a cabo los programas de rehabilitación desde casas y permite mejorar su sintomatología y su calidad de vida. Son herramientas educativas que permiten que el paciente gestione su propia enfermedad", explica el Dr. Torres. "En definitiva, la inteligencia artificial y los avances tecnológicos son un avance muy importante y positivo en el abordaje de una patología que sufren muchas personas y para la que faltan recursos”, concluye.