Un equipo de investigadores ha descubierto un método que podría revolucionar la lucha contra la obesidad. Se trata de un innovador sistema de nanopartículas que persigue la absorción de grasas en el intestino delgado. Se basa en la administración de moléculas terapéuticas directamente en el tubo digestivo y ha demostrado tener un gran potencial para prevenir la obesidad inducida por dietas.
El estudio se centra en una enzima llamada esterol O-aciltransferasa 2 (SOAT2), que desempeña un papel fundamental en la absorción de grasas en el intestino delgado. Al inhibir esta enzima en el intestino delgado, el estudio ofrece un enfoque terapéutico prometedor para reducir la absorción de grasas y prevenir potencialmente la obesidad.
A pesar de las numerosas investigaciones sobre el metabolismo de las grasas, hasta ahora no se habían conseguido inhibidores eficaces de la absorción intestinal de ácidos grasos. "Durante años se ha estudiado el metabolismo de las grasas, pero ha sido difícil encontrar una forma eficaz de bloquear su absorción", explica el Dr. Wentao Shao, investigador principal. "Mientras que la mayoría de las estrategias se centran en reducir la ingesta de grasas alimentarias, nuestro planteamiento se dirige directamente al proceso de absorción de grasas del organismo", añade.
“Frente a las estrategias de reducir la ingesta de grasa, el planteamiento se dirige directamente al proceso de absorción de grasas del organismo”
El equipo de investigadores desarrolló un innovador sistema de administración mediante nanopartículas, una minúscula cápsula con un núcleo de polímero recubierto de una capa protectora. El sistema se diseñó para transportar eficazmente pequeños ARN de interferencia (siARN) al intestino delgado, donde pueden reducir la expresión de SOAT2, inhibiendo la absorción de grasas. En modelos de ratón, los animales tratados con la terapia de nanopartículas absorbieron menos grasa y evitaron la obesidad, incluso con una dieta rica en grasas.
"Este tratamiento oral ofrece varias ventajas", afirma el Dr. Shao. "No es invasivo, tiene baja toxicidad y un alto potencial de mejor cumplimiento por parte del paciente en comparación con los tratamientos actuales de la obesidad, que suelen ser invasivos o difíciles de mantener. Esto lo convierte en una alternativa prometedora", asegura.
El estudio también descubrió el mecanismo subyacente por el que SOAT2 regula la absorción de grasas. La inhibición de SOAT2 en el intestino delgado provoca la degradación de CD36, una proteína responsable del transporte de grasas. Este proceso implica tanto el estrés celular como el reclutamiento de la E3 ligasa RNF5, una enzima que potencia la degradación de CD36.
“Este sistema podría dar paso a una nueva era de tratamientos más eficaces"
Estudios anteriores han demostrado que el bloqueo de la SOAT2 hepática conduce a la acumulación de grasa en el hígado, mientras que este enfoque específico del intestino elude ese riesgo, ofreciendo un tratamiento más seguro y centrado en la obesidad.
El profesor Zhaoyan Jiang, supervisor del estudio, ha explicado que “uno de los aspectos más interesantes de esta terapia es su capacidad para tratar la absorción de grasas en el intestino sin afectar al hígado. Esto es importante porque estudios anteriores demostraron que bloquear la SOAT2 en el hígado puede provocar la acumulación de grasa en este órgano, un riesgo que nuestro tratamiento evita al centrarse solo en la SOAT2 intestinal".
De cara al futuro, el equipo de investigación tiene previsto probar el sistema de nanopartículas en modelos animales más grandes para confirmar su eficacia y seguridad de cara a un posible uso en humanos. "Creemos que este sistema de nanopartículas representa un gran avance en el tratamiento de la obesidad”, sostiene Jiang, al ofrecer una nueva solución que aborda tanto el metabolismo de las grasas como el aumento de peso relacionado con la dieta. “Esto podría dar paso a una nueva era de tratamientos más eficaces", concluye.