Investigadores de la Facultad de Medicina de NYU y la Facultad de Odontología de la Universidad de Nueva York han desarrollado implantes cerámicos impresos en 3D que se disuelven lentamente, permitiendo que los huesos crezcan en su lugar.
Según ha informado NYU, los implantes se pueden adaptar para imitar la forma del hueso que falta y están recubiertos químicamente para estimular el crecimiento óseo. Los científicos esperan que esta nueva tecnología sea útil para pacientes con defectos óseos no curativos. Y es que, en la actualidad, los grandes defectos óseos no curativos son difíciles de tratar. Una opción es el injerto óseo, pero esto implica que hay que dañar el hueso por otra parte, y no siempre es recomendable.
Por ello, para abordar este problema, los investigadores están desarrollando esta variedad de implantes con el objetivo de ayudar a estimular la curación ósea. La impresión 3D es particularmente prometedora para tales aplicaciones, ya que permite a los investigadores producir implantes específicos para el paciente que coincidan con el tamaño y la forma necesaria.
Los implantes se pueden adaptar para imitar la forma del hueso que falta y están recubiertos químicamente para estimular el crecimiento óseo
Siguiendo el modelo de las piezas óseas que están destinadas a ayudar a reemplazar, los implantes se ensamblaron in situ utilizando la impresión robótica tridimensional, una tecnología que utiliza un cabezal de impresión de punta fina para extraer un material de tinta similar a un gel. Así, el material se imprime en una plataforma y la impresora repite el proceso hasta que las capas bidimensionales se acumulan en un objeto tridimensional, que luego se sobrecalienta en su forma cerámica final.
En este sentido, los investigadores han afirmado que este implante cerámico se parece más a la forma y composición del hueso real, en comparación con otros implantes óseos flexibles. Además, contienen fosfato tricálcico beta, que es similar a los componentes en el hueso natural, lo que hace que los implantes se reabsorban con el tiempo. También están recubiertos de dipiridamol, un agente anticoagulante que estimula el crecimiento óseo y atrae las células madre al implante.
Hasta ahora, los investigadores han probado estos implantes en cráneos de ratones y extremidades de conejos y han descubierto que aproximadamente el 77% del implante fue reabsorbido por los animales durante seis meses y que el hueso nuevo creció.