Investigadores de la Universidad de Arizona han superado una gran limitación de la optogenética con su implante inalámbrico y sin batería que puede iluminar el cráneo. El pequeño dispositivo, que se implanta debajo de la piel, podría proporcionar una fuente de luz para optogenética que no requiere daño al cráneo o al cerebro.
Si bien la optogenética es actualmente una técnica experimental que permite a los investigadores aprender más sobre los circuitos neuronales del cerebro, algún día también puede ser una opción terapéutica viable para las enfermedades neurológicas.
En la actualidad, la técnica es invaluable para los investigadores que buscan comprender las complejidades del cerebro y el sistema nervioso y, por lo general, se usa en animales de experimentación
La optogenética consiste en modificar neuronas específicas con una proteína sensible a la luz, de modo que cuando se iluminan con luz se disparan. En la actualidad, la técnica es invaluable para los investigadores que buscan comprender las complejidades del cerebro y el sistema nervioso y, por lo general, se usa en animales de experimentación. Hasta ahora, todo va bien, pero la técnica es bastante invasiva y requiere la penetración del cráneo y el cerebro para que una fuente de luz pueda estar presente en la ubicación correcta para activar las neuronas.
Si bien la técnica tiene un gran potencial para tratar enfermedades de base neurológica, como el dolor crónico, la naturaleza invasiva de la metodología actual es un gran obstáculo. La fuente de luz desarrollada en la Universidad de Arizona tiene como objetivo cambiar eso y acercarnos un poco más a la optogenética clínica.
"Esta técnica significa que podemos usar optogenética sin tener que penetrar el cráneo o el tejido cerebral, lo que la hace mucho menos invasiva", señala Jokubas Ausra, investigador involucrado en el estudio, a través de un anuncio de la Universidad de Arizona. El diminuto dispositivo tiene un diámetro más pequeño que una moneda de diez centavos y es tan grueso como una hoja de papel, lo que permite que se implante debajo del cuero cabelludo sin demasiados inconvenientes.
"Esto significa que tenemos una tecnología precursora que, algún día, podría ayudar a controlar afecciones como la epilepsia o el dolor crónico sin cirugía invasiva y uso crónico de medicamentos"
“Esto es significativo porque cuando la optogenética está disponible para los humanos, tenemos tecnología que permite la entrega de luz sin problemas a las neuronas en el cerebro o la columna”, sostiene Gutruf, quien también es miembro del Instituto BIO5 de la universidad. "Esto significa que tenemos una tecnología precursora que, algún día, podría ayudar a controlar afecciones como la epilepsia o el dolor crónico sin cirugía invasiva y uso crónico de medicamentos".
Por ahora, la tecnología podría facilitar las cosas para la investigación basada en optogenética, requiriendo procedimientos menos invasivos en animales de experimentación. “Esta herramienta permite a los científicos realizar una amplia gama de experimentos que antes no eran posibles”, precisa Gutruf. “Estas posibilidades permiten a la comunidad científica avanzar más rápidamente para descubrir los principios de funcionamiento del cerebro y desarrollar y probar tratamientos en entornos precisos. Esto es importante para muchas áreas, por ejemplo, permitir terapias para el dolor sin medicamentos para vencer la crisis de los opioides".