Cada bebé nace con un agujero en el corazón. Este vaso sanguíneo, llamado conducto arterioso, les permite recibir sangre rica en oxígeno de su madre mientras están en el útero. Después del nacimiento, el orificio debería cerrarse de forma natural durante los primeros días de vida, permitiendo que los pulmones y el corazón se hagan cargo.
Sin embargo, en miles de bebés, el orificio no se cierra correctamente, dando lugar al conducto arterioso persistente (CAP). Cuando eso sucede, se puede poner en riesgo la vida del bebé.
Como es un dispositivo mínimamente invasivo, puede eliminar la necesidad de una cirugía más riesgosa
Amplatzer Piccolo Occluder de Abbott es uno de los dispositivos cardíacos más pequeños de la historia, aprobado en Estados Unidos, que puede cerrar un agujero en el corazón de un bebé prematuro que pesa tan solo 700 gramos (alrededor de 1,5 libras). Además, como es un dispositivo mínimamente invasivo, puede eliminar la necesidad de una cirugía más riesgosa.
Y es que, al cerrar la conexión entre dos vasos sanguíneos que salen del corazón de los bebés prematuros, se bloquea el flujo de sangre hacia los pulmones prematuros y los bebés pueden respirar más fácilmente y salir del ventilador que los mantiene vivos. Se envía al corazón a través de un catéter, lo que permite a los médicos tratar el CAP sin someter a los bebés a una cirugía de tórax abierto.