Las últimas cifras disponibles revelan que una de cada ocho mujeres padecen un cáncer de mama a lo largo de su vida. Ahora, según un nuevo estudio, la detección termográfica de cambios fisiopatológicos dentro de la mama podría ayudar a la monitorización de los tumores sin la necesidad de radiación de mamografía ionizante.
Concretamente, el estudio experimental, realizado por investigadores de la Universidad de Texas Dallas y el Centro Médico de la Universidad de Texas Southwestern, determina las características térmicas individuales del cáncer de mama mediante la construcción de un modelo térmico computacional calibrado con datos clínicos que constan de imágenes infrarrojas (IR) de alta resolución, geometrías de superficie mamaria tridimensionales (3D) y la definición tumoral de un cáncer de mama interno con diagnóstico histológico de una voluntaria específica.
Para ello, los investigadores cuantificaron la tasa de perfusión sanguínea, la tasa de generación de calor metabólico y otras características térmicas de los tejidos mamarios tanto normales como cancerosos que coincidían mejor con las temperaturas de la superficie registradas en una cámara IR de última generación; un escáner 3D registró geometrías superficiales; y los datos de imágenes de resonancia magnética (RM) proporcionaron la definición del tumor, como el tamaño y la ubicación espacial.
Los escaneos en 3D y la definición del tumor sirvieron como entradas geométricas para el modelo, mientras que se utilizaron imágenes IR para calibrar el modelo.
Los escaneos en 3D y la definición del tumor sirvieron como entradas geométricas para el modelo
Los resultados mostraron un diferencial de temperatura detectable en la generación de calor metabólico entre los senos normales y cancerosos de la paciente, así como un aumento de las tasas de perfusión en el seno afectado.
Sin embargo, advirtieron que el modelo computacional no se puede aplicar a todos los tipos de cáncer de mama y que es específico para el subtipo molecular, estadio y tamaño de la lesión del cáncer de mama único de cada sujeto.
Además, no todos los cánceres de mama generan suficiente calor para ser detectados mediante termografía IR. El estudio fue publicado en la edición de octubre de 2020 de la revista Nature Scientific Reports.
La termografía se refiere a la imagen térmica infrarroja digital (DITI), una prueba que detecta los cambios de temperatura en la superficie de la piel utilizando una cámara térmica IR para registrar las áreas de diferente temperatura en los senos. La cámara muestra estos patrones como un mapa de calor.
Como la presencia de un tumor está asociada con la formación excesiva de vasos sanguíneos y la inflamación en el tejido mamario, la teoría es que estos cambios deberían aparecer en la imagen IR como áreas con una temperatura cutánea más alta.