Así es Hugo, el robot quirúrgico de Medtronic que permite cirugías "finas y delicadas"

El Dr. Joan Palou, jefe del servicio de Urología de la Fundación Puigvert, explica a Saludigital todo sobre este gran avance de la Medicina

Robot Hugo de Medtronic. (Foto. Medtronic)
Robot Hugo de Medtronic. (Foto. Medtronic)

La cirugía robótica está a la orden del día. El Robot Hugo, de Medtronic, es uno de los emblemas de la que es cirugía del siglo XXI. El Dr. Joan Palou, jefe del servicio de Urología de la Fundació Puigvert, explica a Saludigital todo sobre este dispositivo a la vanguardia de la Medicina.

Cuatro brazos conforman este Hugo, tres de ellos se encargan de los instrumentos y el cuarto, de la cámara. El cirujano, situado a distancia del paciente, maneja la consola, que a diferencia de la del robot Da Vinci tiene una pantalla abierta y en alta definición 4k y en tres dimensiones. El hecho de que el cirujano no esté "encerrado" en la consola, “le permite trabajar cómodamente y hablar directamente con el personal de quirófano”, lo cual supone un avance en comparación con Da Vinci, asegura el cirujano. El último de los bloques que conforman a Hugo, es la torre de control de todas las demás partes.

Aún así, pese a este detalle, el cirujano utiliza los vehículos de alta gama para comparar ambos robots quirúrgicos. “Si comparamos al Da Vinci y al Hugo, es como si antes tuviéramos un Ferrari y ahora un Lamborghini, son los dos robots de alta gama que suponen un avance, aunque cada uno con sus particularidades”.

Hugo incluye, además, un sistema de grabación con inteligencia artificial capaz de distinguir cada fase de la cirugía. “Toda intervención tiene diferentes pasos: uno empieza disecando una zona, luego corta, separa, preserva los nervios, la uretra… El sistema identifica estos pasos, de modo que es útil de cara a la revisión, docencia y entrenamiento de personas que quieran formarse con esta técnica”.

La cirugía robótica en general y el robot Hugo en particular permiten una mejor recuperación para el paciente. “Solo hacemos unos agujeritos pequeños en el abdomen, por lo que el paciente se recuera más rápidamente, con menor sangrado, porque la cirugía es más fina y delicada y esto redunda en el paciente”, apunta el Dr. Palou.

La Urología ha sido la especialidad donde más se ha afianzado la cirugía robótica, una vez que es también, donde más se han notado las ventajas de este tipo de intervenciones. “En la cirugía de próstata es donde ha dado los mejores resultados funcionales, porque cuando quitamos una próstata hay riesgo de incontinencia y de disfunción sexual”, explica el cirujano de la Fundació Puigvert. Gracias a Hugo, estos riesgos se reducen notablemente. Con todo, se espera que la cirugía robótica se implemente también en la cirugía urológica pediátrica y en la cirugía reconstructiva.

No solo el paciente ha notado las ventajas de estas tecnologías sanitarias, también el cirujano. Antes, los profesionales se pasaban horas operando manipulando directamente los instrumentos en posiciones forzadas, lo cual se traducía en sobrecargas musculares, contracturas a nivel cervical y otros problemas. Estas complicaciones han desaparecido gracias a que el médico trabaja sentado en una posición ergonómica y cómoda.

Para aprender a utilizar estos robots es necesario un proceso largo de aprendizaje, que incluyen teoría y práctica gracias a los simuladores. “Como los pilotos de aviación, que antes de coger un avión con 400 pasajeros se pasan horas en un simulador, nosotros también entrenamos”. Estos simuladores quirúrgicos presentan al profesional ejercicios que van aumentando en dificultad para que el cirujano practique todas las situaciones y se familiarice con la máquina, de forma que no haya lugar para errores cuando esté interviniendo al paciente. Asimismo, al realizar las primeras intervenciones, una persona experta en cirugía robótica guía al cirujano en la práctica clínica para darle el mejor resultado al paciente.

EL FUTURO DE LA CIRUGÍA ROBÓTICA

“Hemos mejorado mucho”, asegura el Dr. Joan Palou, pero aún hay retos. “El primer teléfono móvil era un cacharro de tres kilos que valía 50.000 pesetas y era espectacular, y ahora hay móviles de tres euros. En la robótica va a pasar lo mismo”, asegura el cirujano. “Empezamos con un robot, ahora tenemos otro, van a salir varios más y habrá rivalidad y esta rivalidad comportará mejores modelos y bajará los precios”. En otras palabras, se llegará a una mayor democratización y universalización de la cirugía robótica, para que llegue a todo el mundo.

Por otro lado, la incorporación de la realidad virtual permitiría superponer imágenes del organismo con imágenes de escáner o resonancias “para ver anatómicamente el punto exacto donde está el tumor”. “Aquí hay muchas aplicaciones que estarán en el mercado en el mercado en los próximos años, seguro”.

Y el último aspecto en el que viviremos una gran revolución será con la incorporación del 5G a la cirugía robótica. “Si hay transmisión inmediata, uno puede operar desde donde quiera”, asegura Palou. ¿Qué implica esto? Nada más y nada menos que las operaciones a distancia, es decir, que un cirujano en Barcelona, por ejemplo, podría operar a un paciente en Huelva.

Esto ahora ya se puede hacer, si hay un robot quirúrgico en el hospital en el que se encuentra el cirujano y otro donde está el paciente. Sin embargo, hay un pequeño delay o retraso entre el movimiento del médico y el movimiento del brazo robótico. Con el 5G este delay podría desaparecer, lo cual “abriría muchas posibilidades de futuro”. “Estamos casi, ahí, ahí”, concluye con optimismo el Dr. Palou.

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