Investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Pohang (POSTECH) en Corea del Sur, liderados por el profesor Hyung Joon Cha del departamento de Ingeniería Química de la universidad, han propuesto utilizar un hidrogel sensible a la luz para tratar malformaciones vasculares como aneurismas.
El estudio, publicado en la revista Advanced Materials, ha demostrado que esta nueva estrategia permite una embolización eficaz que estabiliza el aneurisma y reduce la posibilidad de que reviente. Según diferentes estudios, el 30% de las personas a las que se les explota un vaso sanguíneo del cerebro muere en el acto.
“Las microfibras de hidrogel obtenidas mediante fotorreticulación in situ controlable espacio-temporal exhiben un gran potencial para embolizar aneurismas. Sin embargo, este proceso es un desafío debido a la ausencia de hidrogeles biocompatibles y morfológicamente estables”, explican al principio de la investigación.
La fibra óptica produce luz a la que el gel reacciona con el efecto de reticulación química convalente
Para su estudio crearon un hidrogel a base de alginato de doble reticulación con nanopolvo de tantalio (DAT) que aprovecha “el efecto sinérgico de la reticulación covalente mediante irradiación de luz visible y reticulación iónica utilizando Ca2+ (calcio), que está presente en la sangre”.
Este hidrogel ha de administrarse líquido a través de un catéter también diseñado por los investigadores y que incorpora una fibra óptica. La fibra produce luz a la que el gel reacciona con el efecto de reticulación química convalente una vez que se ha extruido y rellenado la superficie del aneurisma.
Hasta ahora para tratar una protuberancia o dilatación en un vaso sanguíneo en el cerebro se utilizaba principalmente una embolización con espiral. Este tratamiento consiste en estabilizar la malformación vascular a través de espirales de platino con o sin recubrimiento biológico, las cuales redirigen el flujo sanguíneo y reducen la presión dentro del aneurisma.
El hidrogel a base de alginato no se degrada en el cuerpo por lo que puede permanecer en su lugar durante mucho tiempo
En algunos casos las espirales se suelen combinar con otros dispositivos como stents o catéteres de balón que ocluyen transitoriamente el flujo arterial que alcanza al aneurisma. Este sistema no conlleva mucho peligro, pero en ciertos casos se pueden producir trombos que taponan una de las arterias cerebrales o incluso que las bobinas se desprendan.
El estudio surcoreano ha demostrado que es posible tratar aneurismas mediante la microfibrilación de una microfibra de hidrogel fotorreticulable en los vasos sanguíneo. El gel se administra como microfibras que llenan el aneurisma y luego se somete a una nueva reacción de reticulación iónica una vez en su lugar debido a la presencia de calcio en la sangre.
El hidrogel a base de alginato no se degrada en el cuerpo por lo que puede permanecer en su lugar durante mucho tiempo. Además, al poderlo cargar con agentes de contraste se puede hacer un seguimiento tanto durante la deposición como durante el control posterior. Ante estos resultados, los investigadores esperan que estos materiales se apliquen en las embolizaciones de otras enfermedades vasculares.