La medicina menos invasiva va directamente ligada a la medicina de precisión, cada vez más desarrollada en el diagnóstico, en las cirugías o en los implantes. Precisamente los de corazón son de los que más se han desarrollado en los últimos años.
La medicina menos invasiva va directamente ligada a la medicina de precisión, cada vez más desarrollada en el diagnóstico, en las cirugías o en los implantes
Los recién desarrollados marcapasos inalámbricos pueden ofrecer a los pacientes con fallos cardíacos una alternativa no quirúrgica a los dispositivos tradicionales, como revelaba en agosto del año pasado una investigación de científicos de Australia con 500 minimarcapasos inalámbricos y que fue publicado en la New England Journal of Medicine. Se trata de una tecnología que ya no necesitaría un generador y cables implantados por medio de cirugía, sino que consiste en un tubo inalámbrico que puede adosarse al costado derecho del corazón por medio de un catéter insertado por la pierna. En España ya hay centros que lo están aplicando a sus pacientes, como el Hospital Clínic de Barcelona. Con tan solo 2,4 cm de largo por 6,5 cm de diámetro, el marcapasos ya está autorizado en diez hospitales de Europa, Asia y Estados Unidos.
La llegada de la ventilación mecánica no invasiva (VMNI) ha condicionado un cambio radical en el manejo de la insuficiencia respiratoria aguda y crónica en los últimos años. Múltiples estudios demuestran cómo reduce la necesidad de intubar a los pacientes respiratorios en Urgencias y aumenta la ventilación del paciente, corrige el volumen de gases en sangre arterial y disminuye el trabajo respiratorio.
Sobre todo, para pacientes con problemas respiratorios recurrentes, como pueda ser la EPOC, reduce la necesidad de intubar a los pacientes respiratorios en urgencia. Al conectar unas mascarillas faciales y nasales a un ventilador, se puede presurizar más y aumentar el volumen de aire que entra en los pulmones, y no es invasivo porque ya no es necesario un tubo que entre en la tráquea para mejorar la ventilación del paciente.
La cirugía es uno de los ámbitos donde más se ha avanzado en evitar daños al paciente, reduciendo el número de incisiones, que éstas sean más precisas o utilizando técnicas como el láser.
Uno de los sistemas robotizados más importantes en este terreno es el ya conocido Robot Da Vinci, que aunque todavía es muy exclusivo, ha sido implantado en varios hospitales de nuestro país y resulta especialmente efectivo para cirugía laparoscópica. Funciona con varios brazos articulados dirigidos de forma remota por un cirujano a través de un monitor y la precisión de sus incisiones es de lo que más ha revolucionado la cirugía en los últimos diez años. Pero no solo el Da Vinci, cada vez los quirófanos son más “inteligentes” e incorporan todo tipo de tecnologías para controlar todas las variables que pueden influir en el éxito de una cirugía.
La robótica, junto con la cirugía guiada con imagen, con el uso de cámaras de vídeo HD, permite a los médicos orientarse durante la operación, localizar pequeñas lesiones, y realizar con precisión las acciones pertinentes.
Pero si existe otro elemento que ha supuesto un importante cambio en cirugía es la técnica láser, cada vez más desarrollado. Su aplicación está cada vez más estandarizada en cirugía estética y de la vista. En esta última, la precisión del láser frente al bisturí tradicional que sujetaba el cirujano para cortar la córnea ha hecho de la cirugía de cataratas o miopía algo totalmente seguro y con tasas de éxito muy elevadas.
MECANISMOS QUE FACILITAN LA VIDA AL PACIENTE
Muchos pacientes crónicos tienen que convivir con dispositivos médicos en su día a día. Por eso, el hecho de que algunos de éstos se simplifiquen, les puede aumentar enormemente la calidad de vida. Es el caso, por ejemplo, del “páncreas portátil” de la startupMedicSen, un parche que dosifica la insulina a los pacientes diabéticos de forma automática después de que un wearable mida el nivel de glucosa del paciente y lo traslade a una aplicación móvil, que es la que da la orden al parche sobre la dosis que debe emitir. También el resto de glucómetros se está enfocando a evitar los pinchazos de distintas formas.
DIAGNÓSTICO SIN RIESGOS
Muchas pruebas de salud son necesarias, pero algunas pueden ser también peligrosas. Es el caso, por ejemplo, de la amniocentesis, o la prueba del líquido amniótico de las embarazadas, que se realiza entre la semana 16 y 22 de gestación para determinar si el feto tiene alguna condición genética o anormalidad cromosómica que puede dar lugar, entre otras cosas, al síndrome de Down.
Esta prueba puede provocar un aborto esporádico de la madre. Sin embargo, en los últimos años, distintas compañías han desarrollado otros métodos, como es el caso de Baby Test Plus, o Teknon que anunciaban cada uno hace unos meses un test que funcionaría a partir de una muestra de sangre de la madre para descartar enfermedades hereditarias desde la semana 10 de gestación.
Todos estos son solo algunos ejemplos. La medicina cada vez es un target más importante para la tecnología y así queda constancia en numerosas ferias tecnológicas como el CES de Las Vegas, donde recientemente se han presentado múltiples proyectos de salud. El futuro, sin duda, va en esta dirección, la de la medicina individualizada y reduciendo el dolor y las molestias a la mínima expresión.